domingo, 21 de agosto de 2016

Visita a la fábrica de Danone, en Aldaya

Y sigo con mis viajes de las marcas. Hoy voy a relatar la visita la fábrica de Danone, en Aldaya  (Valencia)
Salimos de Teruel, invitados por Danone,   para ver su fábrica valenciana.
Entre los componentes de la expedición estaba María Jesús, la Asistenta Social de aquel entonces.
Vimos cómo se  elaboraban los danones, los yogures, en sus diferentes sabores.



Yo, en el patio vi, unas garrafas con esencias que creo serían lo que emplean,
Pero también vi un montón de naranjas en mal estado. Ya sé que no hay yogures con ese sabor, pero desde entonces no los compro. Aunque, a veces, si tengo que comerlos, porque me los ponen algunos días de postre en el Hogar donde hago la comida de mediodía.




¿Sabes cuál es el origen del yogur?
Parece ser que se originó en Asía, hace unos 5000 años Antes de Cristo. Lo consumían los pueblos nómadas.
De allí pasó a la zona de los Balcanes, en Bulgaria; aunque también fue a través de Turquía.
De este país nos viene la palabra yogurt.
Por eso al lactobacilus para producir yogurtse le llama bulgaricus.
En Europa se empezó a consumir en el pasado siglo XX.
El yogur es leche fermentada.
Es decir, es el resultado del crecimiento de las bacterias en la leche tibia.
Estas bacterias se reproducen formando el ácido láctico, e impiden que se desarrollen otras bacterias nocivas y perniciosas.
El sabor del yogur varía según el tipo y la calidad de la leche empleada para su producción.


El yogur es muy digestivo. Aporta, de manera fácil, muchas proteínas de origen animal.

El yogur es vital para mantener las defensas de nuestro organismo.
El que contiene lactobacilus bífidus favorece la repoblación de la flora intestinal. Este efecto se potencia si está muy fresco.
Lo mejor es consumir el yogur una semana o dos semanas antes de su fecha de caducidad, porque es cuando más bacterias contiene.
Pasado ese momento, el aporte nutricional es el mismo, pero el de los microorganismos desaparece.
Para conservarlos, la mejor temperatura es entre 0 y 4 grados.
A temperaturas superiores, las bacterias desaparecen.


Luego, fuimos a comer a un Centro Social de Juventud. Algunas personas de nuestro grupo no comieron por el sitio que era...
Nos prepararon una paella, riquísima y enseguida, nuestras botellas de las bebidas cada uno lo que pidió, eso sí, sin vino.
Los cubiertos de plástico y las servilletas eran de papel, y las mesas pulidas de limpieza.
Creo recordar que  fue una de las comidas más baratas que he tomado: abonamos unas 2.50 pesetas por persona.
Como os podéis figurar eso hace muchísimo tiempo, porque aún era tiempo de esta moneda.
-Pensamiento-

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