Vacaciones veraniegas en Castellón:

Con mi mujer y mis hijos hemos pasado muchas vacaciones divertidas, como ya conté en otra entrada. Cuando me leen, me dicen ¿Y no hablas de este sitio, o de aquel otro?

Así que en esta entrada voy a contar los veranos que hemos pasado en la zona de Castellón de la Plana.

Oropesa del mar. Oropesa La Vella. Con mi familia he estado varias veces. Unas, hospedados en el Palmavera y, otras, en el Ancla.
Otra vez, en una casa que había cantidad de hormigas, solo les diré que dejamos unas madalenas por la noche, y al otro día casi no quedaban. 

                                                  

Es una población con varias playas. Nosotros íbamos a una playa muy tranquila, la de la

Concha, pero siempre tienes que estar vigilando a nuestros hijos cuando son pequeños.

Yo les había comprado una colchoneta de la tela, y mi hijo, como se la llevaba las olas, se fue detrás, y tuve que salir corriendo para que no tener un percance, porque ya casi le cubría.

Lo pasamos bien, porque el restaurante estaba enfrente de donde estábamos hospedados. En esa cala le construyeron un chalet al cineasta Berlanga, creo que fue en agradecimiento por una película.

Hicimos varias excursiones. Una vez, andando fuimos hasta Marina D'or.

Otras, en mi coche, a Peñíscola, dos veces a visitar el Castillo del Papa Luna, porque a mi hijo, los castillos, le volvían loco.

También nos llegamos hasta Torreblanca. Es una población cercana a Oropesa.

Hoy, día todos esos sitios visitados entonces, no se parecen en nada a los de aquella época.

Los paseos marítimos que han hecho, por ejemplo en el Puerto de Sagunto o el de Oropesa, a la que han añadido el Puerto Marítimo.

Siguiendo la costa hacia el sur de la provincia, está Benicasin. Aquí estuvimos varios años.

El último, no encontrábamos sitio donde poder hospedarnos. Estaban todos hoteles llenos.

Por fin, preguntando en un ultramarinos, el dueño nos indicó una casa al principio del pueblo, en frente de la fábrica del licor Carmelitano, que actualmente es un museo.

Nos la alquiló, pero tuve que abonarle el mes entero y eso que solo estuvimos 15 días. Además ¡¡se llevó la televisión!!

Residencia de Transportes de Castellón. En esta residencia estuvimos dos veces. Estaba cerca del Pinar del Grao. Se estaba muy bien en todos sentidos.
       
En ella estaba hospedado un señor que se llevó una televisión portátil, ya que en residencia todavía no había. Muchos nos juntábamos con él para ver su programación.

Nuestros hijos, que se juntaban un batallón de chicos, y siempre estaban inventando travesuras. Alguno una idea. ¿Qué hacían? Metían un palo de helado en la máquina de juegos que había,  y ¡hala! ¡a jugar! Hasta que los cazó el director. Nos reunió a los padres. Nos contó lo que pasaba, y ¡qué vergüenza! 
Quedamos en resarcirle lo que fuese, pero el hombre no quiso. Sé conformó con que rectificasen su conducta y no hiciesen más triquiñuelas para jugar gratis.

Y aquí se acaban las historias pasadas con mis hijos de vacaciones, que a pesar de todas las peripecias, ¡¡las volvería hacer!!

-Pensamiento-