domingo, 21 de febrero de 2016

Domingo de Medievales -III-

Diego murió de pena.

"La que tu con mi no harás
haré con tu una fineza
quererte más que a mi vida
que más quieres ¿quieres más?"
Isabel se quedó desolada:

"Madre, suba usted a la ermita
a decirle al campanero
que repique las campanas
por un cariño que ha muerto".





"Dime si te has encontrado
un pañuelo yendo a la siega
en cada esquina un suspiro,
y en el centro un ¡ay, que me muero!"

"Y no la puedo contar
¡qué pena tan grande tengo!
Que si la cuento me muero
y me muero por callar.
"

Y dándole un beso a su amado muerto, cayó muerta también.
La madre de Isabel, al ver caer muerta a su hija, sintió:
Dos lagrimicas salieron
de los ojos de mi hija,
decían: madre querida
no llores que voy al cielo.”  
-Romero-

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