Diente de León, por sus hojas dentadas. O Taraxacón. O Amargón. O Achicoria amarga. O Bufas de lobo. Todo depende de la sinonimia castellana, o del gallego...
Considerada mala hierba, porque surge en lugares donde el ser humano no desea que crezcan por ejemplo en campos de cultivo, pastos, huertas o jardines, presenta grandes propiedades desde el punto de vista medicinal.
Desconocida para griegos y romanos, parece que la trajeron los bárbaros desde el sudoeste de Europa. No fue hasta el siglo XVI cuando se le reconocieron grandes virtudes curativas. Pero ha tenido un renacer en el siglo XX, donde se le ha llamado "Taraxacoterapia" a la terapeútica que se realiza del diente de león o taraxacón.
Se trata de una hierba de raíz pivotante de la que nace un tallo muy corto, y de las dos partes hay un latex blanco. En la parte central de las hojas se yerguen los pedúnculos florales: flores amarillas, agrupadas en cabezuelas, que aparecen durante todo el año.
Cuando termina la floración, se transforman en plumosas esferas blancas. ¿Quién no ha soplado para ver flotar por el aire las ligerísimas plumitas con sus minúsculas semillas en su base.
El Diente de León tiene múltiples virtudes. Entre sus propiedades curativas esta el ayudar a la digestión porque es estomacal; ser depurativo, diurético, aperitivo y refrescante.
Facilita la secreción de orina; combate la diabetes, los cólicos hepáticos; refrena las manchas de la piel, escemas; refrena el estreñimiento...
Es tónico, laxante, estimulante y antiescorbútico.
Sus componentes activos son aceite esencial, sales minerales, alcaloides, clorofila, tanino, insulina, glúcidos, provitamina A, vitaminas B y C, principios activos, proteínas, colina, saponinas, potasio...
Y una curiosidad. En otras épocas se usó como sustituto de café. Limpiaban cuidadosamente las raíces de diente de león. Se tostaban en un horno. La cortaban en rodajas. Luego las trituraban en un molinillo de café. Luego se preparaba como un café habitual.
Actualmente se usa como verdura, normalmente hervida. En algunos sitios se les llama 'usillos'.
Este Adviento vamos a ser diminutas semillas de diente de león para recorrer el camino de esperanza con el corazón ligero.
-Carrasca + Margalló-
No hay comentarios:
Publicar un comentario