domingo, 31 de enero de 2021

Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario:

¡No a los engranajes del mal que aplastan y oprimen!

Llénanos, Señor, de tu autenticidad

 Se sorprendían al ver cómo actuabas,

porque todo tu hacer brotaba de Dios,

provenía de la fuente de tu sabiduría,

del dejar a Dios ser en Ti mismo.

 Tú transparentabas a Dios,

porque actuabas con amor,

porque sabías escuchar al hermano,

porque todo Tú te ponías a su servicio.

 Y esa era tu autoridad,

la que tanto sorprendía a tus seguidores

y es la que nos falta a nosotros,

porque no te dejamos hacer en nosotros del todo.

 Señor, sé la energía de mis actos,

el motor de mi fuerza

y el amor de mis gestos.

 Hazme gratuito, empático con el otro,

para entrar en su necesidad,

para alumbrar sus oscuridades,

para ser pañuelo de sus lágrimas

y compañero de la vida.


Tú conoces mis demonios,

y los de mi entorno,

enséñame a reconocerlos,

sáname, para sanarlos,

y hazme, como Tú, generador de vida[Mari Patxi A yerra]

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