El siguiente pueblo que visitamos fue esta localidad, Torre Blanca, como lo señala su escudo.Situada a orillas del río Ribota, afluente del río Jalón, que a su vez lo es del Ebro.
La iglesia de San Félix es otra iglesia-fortaleza mudéjar, tema que hizo de hilo conductor de la expedición.
Está muy bien conservada. Parece ser que uno de sus párrocos, D. Ángel, era originario de la localidad, y estuvo más de treinta años ejerciendo su ministerio y cuidando con mimo y esmero este monumento del arte mudéjar y su contenido, hasta que falleció hará un par de años.
El Señor Alcalde tuvo la amabilidad de acompañarnos en la visita de esta joya del mudéjar aragonés.
Una técnica del agramilado, grabados en yeso, en aljez, esa manera de hacer arquitectura fingida, para simular piedra y adornos, verdaderas obras de arte como estamos viendo en este viaje.
-Jedrea + Margalló-
No hay comentarios:
Publicar un comentario