Entre la Sierra de Vicor, a la izquierda, y la Sierra de Algairén a la derecha, siguiendo el cauce del río Grio de traza la carretera que seguíamos para llegar a Aniñón.El valle tiene un cierto parecido al valle morisco de Ricote, en la provincia de Murcia. Tienen semejanza en el recorrido de la vía, la estructura de los bancales en terrazas, aprovechando el terreno al máximo, aunque, claro está, no en el tipo de vegetación espontánea...
Los cultivos siguen siendo como en los siglos XIV y XV: el olivo, el almendro... Posteriormente se incorporó un cultivo más reciente, el cerezo.
Nada más llegar fuimos a comer en El Zaguán. Había que reponer fuerzas para seguir nuestro itinerario por el 'Territorio Mudéjar'.
La población de Aniñón se derrama por la colina, coronada por la iglesia: Nuestra Señora del Castillo, cuya parte más antigua es la mudéjar.
Es una iglesia fortificada. Se reconoce enseguida por la puerta que da acceso al recinto, y que todavía conserva los huecos donde estarían los goznes de las puertas de madera. También hay aspillera, esa abertura larga y de diferente estrechez por el lado interior que por el lado exterior para permitir disparar.
En el interior se puede contemplar un retablo del XVI, obra de Gabriel Joly. Como en ese momento había un funeral, sólo examinamos el exterior, desde el que se puede divisar una estupenda panorámica.
Al ir a subir al autocar, vimos el lugar donde se encuentra una antiguo molino, el museo del aceite, pero a aquellas horas estaba cerrado, y de todas formas no era el objetivo de nuestra excursión.
-Jedrea + Margalló-
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