¡¡Trece y martes: ni te cases, ni te embarques!!
Eso dice el refrán, y por eso nosotros, los asistentes a los diferentes talleres de informática, no hemos hecho ni lo uno ni lo otro.
De
manera que hoy me pongo a redactar unas líneas como agradecimiento a todos los
asistentes.
¡¡Nos hemos juntado a comer!!
Hay que despedir la temporada.
El sitio elegido fue 'El asador de la Vaquilla', en la calle la Judería, ya junto a la plaza del mismo nombre.
Eso de poder concentrar tan gran grupo de
mayores, y ya amigos, todos pertenecientes a los diversos talleres de
informática, es un logro de convivencia.
Es en esta actividad donde cada año vamos
aumentando y aprendiendo un poco más.
Como
es natural, en cada curso se van interesado más socios en seguir esta forma de
aumentar los conocimientos, los que en cada momento podremos utilizar y poder
ponernos al día de esta época que nos ha tocado vivir.
Ahora,
también sería conveniente que creciesen las personas voluntarias, para
transmitir esos truquillos que cada uno va aprendiendo.
Porque
en estos cursos es donde hay ya una buena cantera de personas que se
desenvuelven en informática, sólo les faltaría dar el salto, lanzarse y hacerse
monitores.
Ya
hay muchas personas que tienen conocimientos suficientes para poder defenderse
en esta época de tantos avances en informáticos.
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