lunes, 8 de febrero de 2016

Nacimiento del río Pitarque

Es una maravilla de la naturaleza. En 2009 el área del nacimiento del río Pitarque se declara Monumento  Natural.
El verdadero nacimiento de este río en realidad se encuentra en el término de Fortanete,  pero su pequeño caudal desaparece nada más nacer, para después aparecer en Pitarque de forma caudalosa.
Para los que nos gusta la naturaleza y caminar llegar hasta el nacimiento del Pitarque es una experiencia fantástica, con un entorno realmente único y lleno de belleza .
Lo más importante antes de comenzar la ruta es ir bien equipado, llevar una mochila con agua, bocadillos, fruta y algo dulce por si te da una pájara.
El calzado es importante, unas buenas y cómodas botas de trekkin y una gorra o sombrero para protegernos del sol,  así como una crema protectora.


Yo hablo por experiencia  pues hemos hecho esta ruta en dos ocasiones y nos encanta.
La mejor época para hacerla es a final del verano, cuando el sol no calienta tanto y a primera  hora de la mañana pues entre la ida, la vuelta y el rato que te entretienes viendo todo lo que encuentras en el camino, ocupas todo el día.

Para empezar nuestra caminata llegamos a Pitarque, un pequeño pueblo situado en el  Maestrazgo al pie de la montaña. 

Una vez situados en la Plaza del pueblo, vemos unos carteles interpretativos de la ruta que nos llevará hasta el nacimiento del río, tiempo que cuesta llegar hasta allí y distancia. La distancia es de 8,4 km. y el tiempo 2 horas y media. Este tiempo depende del ritmo que llevemos  y las paradas que hagamos durante la ruta. Cogemos el GR.8 señalizado ya por las calles del pueblo y que llega hasta mitad del trayecto. El principio del recorrido junto al pueblo es de huertas y campos de cultivo , pero enseguida el paisaje cambia con montañas muy escarpadas.


Durante buena parte del sendero podemos ver los famosos Callizos de Peñarrubia. El camino cada vez se va haciendo más agreste. A mitad del  trayecto, más o menos, nos encontramos con la ermita de la Virgen de la Peña, allí hacemos una paradita para verla y, de paso, comer algo y hacer alguna foto.






Al llegar a un cruce que está a pocos metros de la ermita, dejamos el GR.8 y seguimos por el PR-te 67 y, no a mucha distancia , encontramos una Central Hidroeléctrica abandonada, seguimos por el cauce del río y, a medida que vamos avanzando, la senda se va estrechando.

A partir de ahí la zona es más abrupta con enormes paredes de roca, la vegetación es muy densa, encontramos tilos, arces, avellanos, latones y alguna que otra especie más.
La senda tiene mucha vegetación incluso en verano, el agua aparece en cualquier parte del recorrido, vemos algunas preciosas cascadas que al pasar por delante de ellas el agua te salpica. La vegetación nos acompañará ya durante todo el camino y el agua surgirá de cualquier rincón no obstante, encontramos alguna pasarela para salvar el agua.

    













Por fin llegamos al nacimiento del río Pitarque, un bello espectáculo que te deja extasiado; los farallones calcáreos, la fuerza del agua y la vegetación te transportan a otro mundo.
Pocos tienen la suerte de ver caer el agua por el Gran Caño, con esa fuerza que cae cuando el caudal es abundante, formando la chimenea. Este fenómeno solo ocurre en contadas ocasiones. Nosotros somos de los afortunados que  hemos conseguido verlo. Esto solo se consigue en periodos de muchas lluvias.







  














                                                                                                                                                                                





De regreso, ya en el pueblo, nos sentamos un ratito a descansar después de una larga jornada. Tomamos algo fresco sentados en la terracita del bar situado en la Plaza, y dejando pasar el tiempo con satisfacción después de un día maravilloso.


 Cogemos nuestro coche y ¡a casa de regreso!

A mi marido y a mí siempre nos ha gustado viajar y desde que nos conocimos no hemos parado de hacerlo, aunque, ahora, ya menos.
Yo, personalmente, siempre pienso y digo a  la gente que lo primero es conocer tu provincia a fondo y descubrir todas las maravillas que tiene, sean monumentales o naturales.
Tenemos una provincia con un potencial extraordinario en cuanto a naturaleza, arte o gastronomía.
En cualquier pueblecito, por pequeño que sea, siempre hay algo que te impacta. En fin, que como digo,  a la hora de viajar primero tu provincia, luego tu región, después España y, a partir de ahí, Europa y, por último, el resto del mundo si se tienen posibilidades y... ¡¡dinero!!
                                                                       - Rosamarilla -                                                

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