El manzano es un árbol muy conocido que se cría en las vegas.
En tiempos del emperador Augusto, se conocían ya más de treinta variedades. Actualmente, son más de mil cuatrocientas.
En primavera se llena de flores blanco rosadas que se transformaran en frutos redondeados de piel suave e impermeable.
Las manzanas tienen una refrescante carne compacta, homogénea. Con sabor dulce o agridulce, son frutas muy consumidas.
Si se consumen con piel son laxantes y reconstituyentes del cerebro. Si se comen peladas, son astringentes. Si se toman cocidas, son calmantes y resolutivas -pueden propiciar la desaparición de una inflamación.
Sus componentes activos son agua, azúcar, ácidos orgánicos, pectina, tanino, sales minerales y vitaminas A, B1,B2, PP, C y E.
Poseen propiedades nutritivas, vitalizadoras y tónicas.
La manzana es famosa: la de la discordia, o las que en las creencias míticas escandinavas guarda Idun, la diosa de la juventud, la siempre joven, de Asgard, el mundo donde habitaban los principales dioses nórdicos.
Esta diosa rejuvenecedora era la encargada de custodiar la caja de fresno donde se hallaban las manzanas de oro. Cuando los dioses se sentían viejos iban a ella y las tomaban para rejuvenecer.
Y en el Génesis 3, la de Eva, en uno de los pasajes más relevantes de la Biblia, que nos muestra el patrón de cómo el pecado entra en el mundo y en nuestras propias vidas, según dice el Compendio al Catecismo de la Iglesia Católica.
Dios dice "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la suya (...)"
En Isaías 7:14 se dice "La virgen concebirá un hijo. Dará a luz y lo llamará Emmanuel, que significa 'Dios con nosotros'".
María está lista para aplastar la cabeza de satanás. Su talón está levantado para golpear. Ella espera nuestra participación en este acto porque es parte del plan de Dios, que nos unamos a Ella en esta victoria sobre el mal.
En el arte sacro, se utilizó la manzana para representar a la Virgen María como la "Nueva Eva".
Rubens [S. XVI-XVII]
La Virgen, coronada de estrellas, pisa la serpiente con la manzana, símbolo del pecado, signo inequívoco del pecado original, que María redime con su Inmaculada Concepción.
Más conocida popularmente es la obra de Murillo (S. XVII). Este pintor crea con la Inmaculada Concepción un nuevo tipo iconográfico que surge ligado a la propaganda de la Contrarreforma.
Es la referencia iconográfica de la mujer del Apocalipsis dominando a Satanás, mezcla de serpiente, dragón y águila, según San Isidoro, aunque la serpiente no esté en el cuadro.
El dogma de la Inmaculada Concepción -o Purísima Concepción- , definido por el papa Pío IX, en 1854, considera que la virgen María estuvo libre de culpa y de pecado original desde el momento de su concepción.
Aunque esta fiesta de la Inmaculada Concepción fue establecida siglos antes, en 1476 por el papa Sixto IV.
Tradicionalmente, en el ámbito español, "el color azul-celeste es el color inmaculista, el emblema de la Pureza absoluta de Aquella que fue concebida sin mancha de pecado original, en previsión de los méritos redentores de Cristo." [CAT 490-491].
Celebremos, pues, con alegría la solemnidad del día, porque la concepción de María presagia el cercano nacimiento de Jesús.
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