domingo, 2 de octubre de 2016

Una sugerencia para leer:

La novela negra, definida así, en 1950, por Raymond Chadler, es la novela policíaca, que tiene un enfoque realista y sociopolítico.
Bien pues ese género es uno de mis favoritos.
Y los nórdicos han producido un buen número de obras. Pongo un enlace por si quieres satisfacer tu curiosidad.
De todas ellas yo aquí quiero recomendar, para este mes de octubre, a Camilla Läckberg.
¿Y por qué he elegido a esta sueca de 43 años?
Pues porque tiene una manera de narrar bastante original. Cuenta la historia actual, pero a través de flashbacks, o sea saltos atrás en la historia, explica las raíces, las causas, la explicación de los hechos sucedidos en el presente.
En cada una de sus novelas existe un hilo común: el matrimonio formado por Patrik Hedström, el policía, y su esposa, la escritora Erica Falck.
Además de los compañeros de trabajo en la comisaría de Tanumshede. Uno de los cuales el pelirrojo Martín Melín, lleva el nombre y el apellido del actualmente ex-esposo de la autora.
En sus obras trata temas cotidianos, y describe muy bien la sociedad rural sueca.
Ha escrito toda una serie que se desarrolla en un pueblo de la costa oeste de Suecia, Fjällbacka, donde nació la escritora.

Su primer libro fue La princesa de hielo en el 2003. Al que siguieron: Los gritos del pasado (2004), Las hijas del frío (2005), Crimen en directo (2006), Las huellas imborrables (2007)...
 
Vista de Fjällbacka, y de una plaza que sale mucho en sus novelas, la plaza de Ingrid Bergman.
Y esta es la novela que quiero recomendar. Justo el día que la cogí prestada de la biblioteca municipal, tropecé, zapeando, que en la 2, daban la versión cinematográfica. En esta cadena de televisión española, los jueves, a las 23:40, hay una serie titulada 'Los crímenes de Fjällbacka', basada en las novelas de Camilla Läckberg.
La adaptación, como suele ser habitual, no es muy fiel a la novela, cuya lectura se disfruta mucho más al seguir el razonamiento y la evolución de los personajes.
No obstante, la película es fiel en los hechos esenciales de los asesinatos, y hay que resaltar  su fotografía, muy admirable.
Y porque describe en un párrafo, al final de la página 328, un día de otoño que viene perfecto para esta época:
"Hacía un bonito día. Llevaba mucho tiempo sin pensar en ello. en que algunos días eran más bonitos que otros. Y aquel lo era, desde luego. Algo intermedio entre verano e invierno. Un viento cálido, suave. La luz, ya sin la agudeza de la luminosidad estival, comenzaba a adquirir el ardor del otoño. Un día bonito de verdad."
-Margalló-

No hay comentarios:

Publicar un comentario