lunes, 25 de enero de 2016

Un río misterioso, enigmático, insondable...

Le llamo Río del Misterio, porque no sé dónde  nace. Pero que sí tiene caudal y a cuyas orillas he ido a entretenerme con mi afición favorita, la pesca.
Un día nos fuimos a pescar a Cabra de Mora, porque un vecino me notificó que aquel domingo se abría la veda.
Parece ser que se veían muchas truchas. De modo que con mi cuñado Isidro y su hijo Miguel Ángel nos fuimos hasta allá.
Llegamos de noche, y las orillas del río parecían las hogueras de San Antón, de tantas fogatas que había...¡hasta con tiendas de campaña!
Y es que muchos pescadores habían tenido la misma idea que nosotros, pero nos habían tomado la delantera.
En vista de ello, decidimos, con nuestras linternas, ir río arriba hasta que se hiciese de día, y
encontrar un pozo para poder pescar.
Nos cansamos de recorrer el río y de encontrar el pozo nada  de nada. Como máximo el caudal del río era de unos 15 cm.
Desilusionados, encontramos a un joven pescador de Teruel, de apodo Cagazul. Se extrañó mucho de que no hubiesemos cobrado ninguna pieza, y nos dijo como pescar en ese río: en cualquier obstáculo del río, una piedra, un tronco... allí  se escondían las truchas.
Quien me iba a decir, que aquel  mozalbete, hoy es Campeón de Aragón de pesca, quien ya no
quiere, más trofeos de tantos que tiene.
Ahora, cuando queda campeón, su trofeo es un jamón y es invitado a participar, por sus amistades en todos campeonatos que se celebran fuera de la provincia.
A mi lo que más me entusiasma es que ¡hay que ver los equipos que tiene! y ¡como pesca! 
En dos mangas de mañana y tarde ha llegado a pescar 70 kilos de carpas, que luego sueltan.
A mi, cuando me lo dijo me pareció increíble, ¡pero es verdad!
-Pensamiento-

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