En estas fechas y después de la recogida de la fruta normalmente se podan los árboles.
Aunque hay tiempo hasta final de enero, yo lo hago por estas fechas.
Así se maneja mejor el ramaje para esta faena, y su posterior compostaje. Al estar con las hojas, pues así hacen de defensa natural.
Cuando estas se caen, son más agresivas para su manipulación.
Como se puede apreciar en la imagen, los árboles están con todo su esplendor.
Aquí se puede ver cómo parece que les haya cortado la melena. Ya se han desembarazado de las ramas que les estorbaban.
Posteriormente, se ordenan las ramas producto de la poda para que la máquina pueda recogerlas fácilmente y las convierta en una especie de serrín.
Este producto, con el paso de la lluvia y el hielo invernales, se convertirá en un abono orgánico, óptimo para la nutrición de los propios árboles. Eso supone un ahorro económico y la utilización de productos naturales frente a abonos químicos más ofensivos para la salud.
Cuando estas se caen, son más agresivas para su manipulación.
Como se puede apreciar en la imagen, los árboles están con todo su esplendor.
Aquí se puede ver cómo parece que les haya cortado la melena. Ya se han desembarazado de las ramas que les estorbaban.
Posteriormente, se ordenan las ramas producto de la poda para que la máquina pueda recogerlas fácilmente y las convierta en una especie de serrín. Este producto, con el paso de la lluvia y el hielo invernales, se convertirá en un abono orgánico, óptimo para la nutrición de los propios árboles. Eso supone un ahorro económico y la utilización de productos naturales frente a abonos químicos más ofensivos para la salud.
Todo este proceso de transformación demuestra que en el campo nada desparece, todo se transforma.
-Olmo-
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