sábado, 6 de febrero de 2021

El polen, un alimento muy beneficioso:

He leído en un libro, 'Guía Práctica de las Plantas Medicinales y la Salud', que el polen recolectado
por las abejas les sirve para su alimentación, reproducción y producción de la miel y la cera; es decir, el polen es vida en si. 
Y entonces hay que preguntarse si el polen podría ser una fuente de energías para el ser humano.
Que esto es verdad lo demuestra el hecho de que los apicultores, (cuidadores de abejas), que consumen miel y también esos granitos amarillos que es el polen, gozan, en la mayoría de los casos de más salud y de mas años de vida que el resto de las personas.

La presencia y la variedad de aminoácidos minerales, vitaminas y otros elementos energéticos que contiene el polen, hacen que éste ejerza unas repercusiones orgánicas sumamente benéficas, por los principios activos de estas sustancias. Por consiguiente, el polen reúne todas las propiedades que una planta contiene individualmente y que hacen ser un alimento muy importante. 

La actual dietética, siempre afanosa de investigar en pro de la salud corporal, está estudiando los beneficios que el polen puede aportar en la alimentación , a veces deficiente, de nuestros días.

La senilidad, la pérdida de memoria, los trastornos circulatorios y digestivo, entre otros, parece tener como causa primordial la acumulación de residuos nocivos para el organismo humano, lo que envenena realmente a los tejidos celulares. Otra de las causas puede ser la carencia de principios esenciales para regenerar estos tejidos.
El polen obtenido de las flores, y el consumo por nuestra parte de una cucharadita al día, podría remediar ambas causas, puesto que no deja en el organismo ningún residuo nocivo, y en cambio aportaría elementos regeneradores de importancia vital.
Este elemento ejerce efectos excelentes en las funciones digestivas, siendo bueno en el estreñimiento crónico y en casos de colitis. Esta comprobado que con el polen se calman las diarreas crónicas, incluso con más rapidez que con medicamentos antibióticos.
El polen pues presenta esta dualidad curativa, lo que demuestra su enorme poder regulador de las funciones orgánicas.
En otro orden de cosas, el polen combate las depresiones psíquicas y sus derivados, como la neurosis, la neurastenia, y la pérdida de memoria; ayuda a la vitalidad de los ancianos, revitalizando el organismo, pero también puede emplearse durante el crecimiento infantil y juvenil. Está indicado especialmente en los casos de anemia, en las convalecencias y para contrarrestar el agotamiento y el stress tan difundido hoy día como resultado de la agitación y los problemas de la vida moderna.
El polen  puedes tomarlo en el desayuno, o consumirlo como un perfecto aperitivo por su valor nutritivo.
Por su gran riqueza proteica, mineralógica y vitamínica intenta introducirlo en tu dieta. Puedes adquirirlo seco, en cualquier supermercado; o natural, en alguna empresa apicultora, pero entonces debes guardarlo en el congelador, para que conserve todos sus aminoácidos y propiedades de manera íntegra.

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