Nuestros proyectos han quedado aparcados. Nuestros hábitos han quedado trastocados. Nuestro sistema de vida se ha trastocado, acostumbrados como estábamos a obtener cualquier cosa con inmediatez...
En fin, que se nos ha desorganizado la vida, y por ello nos podemos sentir algo desorientados.
La Tierra nos proporciona un apoyo en el que establecer rutinas, con las sucesión de estaciones; el clima, cumpliendo con su refrán 'En abril, aguas mil'; la vegetación que sigue su curso, añadiendo brotes verdes y pequeñas flores a las plantas que han permanecido adormecidas en su ciclo invernal.
Todo el campo se va despertando con el eterno y desafiante verdor característico de la primavera.
Y disfrutamos de ello a través de las imágenes que inundan las redes y mediante el aire tibio que respiramos desde la ventana o el balcón.
Una de mis amistades ha conseguido atrapar este instante de la primavera ciudadana mientras sacaba a su mascota al exterior.
Y también ha enviado este vídeo donde el sonido del agua, en la Fuente de Cella, proporciona alegría, paz y tranquilidad.
-Margalló-
No hay comentarios:
Publicar un comentario