domingo, 15 de abril de 2018

Sobre el taller de cerámica: Un voluntario con vocación

Yo fui una de las muchas personas que, durante la semana pasada, la Semana Cultural, pasó por la exposición de manualidades admirando las obras de arte que allí se exponían.
Este hecho me da pie para escribir aquí sobre el taller de cerámica.
Un taller bajo la sabia dirección de Juan Aybar.
Hace unos meses tuve una charla con él. En ella me contaba su origen andaluz, de Arjorilla, Jaén, de la comarca de Andújar, una localidad famosa por sus fábricas de cerámica y barro, donde llegó a haber veinticinco fábricas.
Este jienense trasplantado a Teruel pasó toda su vida laboral trabajando de alfarero, dando que dando al torno.
Desde Manises a Bailén, pasando por Talavera... Hasta que un representante de Castellón lo recomendó a la familia de Laureano Cruzado y Pilar Punter, propietarios en aquella época de las turolenses Cerámicas Punter.
Siguiendo sus palabras: "Me trajeron para una temporada y cuál es la formación mía que todavía sigo aquí desde el ya lejano 1989".
Y todavía lleva una vida bien activa. De sus manos todavía salen producciones extraordinarias.
Desde hace tres años es voluntario en nuestro centro, el Centro de Mayores 'Turia', dirigiendo, motivando y animando a un grupo de artistas creativos, del que esta semana pasada pudimos ver sus obras de arte.
   
Sus trabajos en tierras turolenses han sido innumerables.
Cuando se restauró la torre del Salvador, todas las piezas que hicieron falta las creó el. Tomaba la medida con un compás de estudiante.
Hacía el material base, y luego, posteriormente lo coloreaban en Cealfar SL.
Otras de sus obras han sido las piezas cerámicas de edificio del Cuartel de la Guardia Civil; las de la restauración de la Escalinata; las de la torre San Martín...
E incluso una pieza para el Pignatelli, un mortero de 90 centímetros por unos cuarenta de ancho.
Ha colaborado, asesorando a su hijo, José-Manuel en la producción de la tinaja, en Arjonilla, y la ha traído en su propio coche.
¿Que qué tiene de especial esa tinaja? Pues que es una pieza enorme y ha sido elaborada para llenarla de documentos, y guardarla para la posterioridad en la tumba de los Amantes para conmemorar su ochocientos aniversario. Es una cápsula del tiempo, donde todo el que ha querido ha podido dejar su mensaje.
Tiene una curiosidad: En el borde, a unos dos o tres centímetros, hay un depósito interior, para rellenarlo de hormigón, de tal manera que sólo podrá abrirse rompiéndola.
Ha sido objeto de numerosos artículos en distintas publicaciones.

-Margalló-

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