Apertura del Año de los Amantes:

Para ella se ha elegido el primer fin de semana de este mes de febrero.

Según los organizadores estaba diseñado como un espectáculo multidisciplinar, combinando distintos lenguajes: visual, con la proyección de imágenes en las fachadas de la Biblioteca, o las danzas y acrobacias de Xarxa Teatre -Castellón-, o dramático de la Fundación Amantes, de la de Bodas de Isabel, o los fuegos artificales de la pirotecnia Peñaroja; auditivo, con los tambores del grupo de Tambores de Teruel, o el sonido de las jotas de la asociación Amigos de la Jota y la música en directo de David Civera.

La tarde se presentó lluviosa, pero sólo sirvió para dar un toque brillante, acharolado a la ciudad, porque el agua no nos desanimó ni un ápice.

De manera que a las ocho ya estaba la Plaza del Seminario con mucho ambiente, ultimando los preparativos.

 

Cuando comenzó el espectáculo, en la fachada de la Biblioteca se fueron proyectando imágenes que apoyaban la narración de la historia.

Allí se desarrolló la primera acrobacia, marcando el final  con los primeros fuegos artificiales.

Avanzó la apertura con los redobles sonoros de los tambores turolenses que inundaron la plaza con sus sonidos: ran rataplan rataplan plan plan... que va metiéndose no sólo a través del oído, sino también desde el suelo, a través de los pies hasta inundarte el cuerpo entero.

Más tarde se produjo la representación de la Historia de Isabel y Diego, con la lluvia como un actor más.

Bajo el negro de la noche, una luna velada por nubes, presenció la conmovedora danza acrobática sobre la torre de San Martín, representando de forma aérea, el drama de los Amantes, la imposibilidad de su amor y el trágico final.  

Todos los asistentes intentamos inmortalizarlos en nuestros dispositivos.

El símbolo de Teruel, el Toro, persiguió, paseándose, por entre el público, la Estrella.

   

  

El grupo de jota bailó y cantó, entre otras jotas, la de Teruel, letra y música de Pedro y Luis Martínez Garcés, aunque esta vez con arreglos alusivos a la ocasión.

El acto se cerró con la actuación del artista turolense, David Civera. Todo un ejemplo de profesionalidad, que a pesar de todas las condiciones adversar, cantó en directo, sobre una pista musical, rodeado de fuegos artificiales y bajo la lluvia, a un mar de espectadores refugiados bajos sus paraguas:

Esperamos que este acontecimiento sirva para animar a aquellas personas que no conocen la Ciudad de los Amantes para acercarse a conocernos. -Margalló-