Puede alguien pensar
que de entre todas mis excursiones alguna puede ser inventada.
Tengo numerosos cedés
que lo atestiguan. Ya he comentado alguna vez que yo siempre iba armado de mi
cámara. Las fotos y las imágenes me hacen revivir aquellos momentos.
Puede que tenga
algún error en lo que se refiere a siglos, o a nombres de reyes, pues, a veces,
me resulta imposible saberlo yo; ya que ha pasado mucho tiempo.
También me he
dejado muchas cosas que poner. En esos viajes así se producen muchas anécdotas,
y algunas me vienen a la memoria al releer entradas antiguas.
Como por ejemplo,
cuando tuve que quedarme en el Hospital de Gerona, cuidando un enfermo toda una
tarde; o cuando una señora se dislocó un tobillo. Todo lo que faltaba de viaje,
la llevamos sentada en tronco de madera y está... ¡¡agárrate!!.
O cuando una
señora no podía aguantarse más sin hacerse pipi,de modo que, en una
recta, el chófer hizo bajar a todos los viajeros del autobús. Distribuyó el
territorio: las señoras, a la izquierda, en unos campos; y los caballeros a la
derecha y ¡sin mirar! Cuando se terminó la faena,
todos otra vez al coche.
Que por cierto, aquel
chófer, el amigo Pascual, se jubiló. Se
van hacer un viaje con su señora y unos cuñados, tienen un accidente y
mueren las dos parejas. Murió en la carretera, en lo que fue su medio de vida.
La finalidad de
estas entradas de viajes ha sido escribir. Escribir para ejercitar la mente,
las manos, el manejo de los medios informáticos y entretenerme. Si de paso he
conseguido entretenerte a ti, y hacerte pasar buenos ratos con mis textos, ya
me sentiré bien.
-Pensamiento-
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