viernes, 22 de enero de 2016

Río Turia

Todos de Teruel sabemos donde nace el río Turia, ya que se juntan las aguas de río Alfambra y del Guadalaviar.
También todos sabemos donde desemboca: en Valencia.
Mis primeros principios fueron en ese río por el año 1945, ya que mi padrino fue mi tío Gabriel, quien me saco de pila, mi preceptor...
Y paso a contar cómo fueron esos comienzos.
Un día, siendo yo pequeño, me regaló una bicicleta de pedales, ya que era mi padrino.
Y en otra ocasión me regaló una caña de pescar y me inició en ese arte.
Entonces desde San Julián, barrio en que vivíamos nos íbamos a pescar, con otros señores, andando hasta pasar Villaspesa.
Mi madre me preparaba la comida, que en aquella época, en mi casa, no sobraba  nada, y ¡hala a pescar!
Cuando tenía suerte y solo pescaba bardos, y no pienso con las espinas que tienen y que buenos estaban... ¡¡lo que es el hambre!!
Mi primera trucha, fue pescada fuera de veda, en un pozo cerca de la Rambla Valdelobos.
Los pescadores que estaban pescando allí, Bayolo, Cano, y otros más, me decían que la tenía que devolver al río,
Y yo, que para mi era un gran trofeo, casi lloré... Menos mal que entonces las leyes de pesca no eran tan estrictas y por fin, la pude llevar a casa ¡¡con las ganas que tenía de llegar y enseñársela a mi familia!!
A este río Turia, cuando ya me hice mayor yo, una vez que tenía coche, fui muchas veces con mi familia a pasar el día en la Peña del Cid y ese tramo, hasta Libros ha sido escenario de muchas andanzas de la familia que formamos mi señora y yo cuando nos casamos.
Mi mujer aprendió a nadar en sus aguas. Por lo peligroso que era mi hijo, a quien para estar tranquilos, le atamos una cuerda al cuerpo, para que no llegare al río, en un chopo.
Mi familia ha sido muy feliz con todas estas excursiones, bien al río o al campo, a disfrutar del ambiente y conocer la naturaleza, un bien muy precioso, que debemos dejar a próximas generaciones.
Y como siempre me ha ocurrido algo, alguna anécdota, un día cerca de la rambla de Valdelobos, había una pasarela y mi señora que paseaba con otra señora, al oír el chapuzón comentó: "Ya se ha caído mi marido al agua". Y así fue. Acabé en medio del algua, bien achopado.
-Pensamiento-

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