Dicen que el consumo de alimentos y bebidas alcohólicas durante la Navidad puede superar las 5000 calorías diarias. O sea, más del doble de lo habitual.
Yo os ofrezco aquí una verdura de invierno fabulosa para paliar los excesos cometidos en estas pasadas fiestas: La Achicoria.
Me centraré en una
variedad utilizada como verdura (Intybus
Foliosum). Es cultivada y consumida principalmente en Navarra. En La Rioja es menos apreciada, siendo
prácticamente desconocida en otras partes de España.
Aquí en Aragón, se encuentra también silvestre, y recibe el nombre de camarroja.
La achicoria cultivada en los huertos ha dado lugar a numerosas variedades hortícolas que se consumen bajo el nombre de endibias o escarolas rizadas.
Otras variedades de achicoria son muy utilizadas en ensaladas por su
colorido atractivo, se trata de las especies conocidas como pan de azúcar,
achicoria de hojas, cicorino, endivia y radicchio
Cultivo:
Propiedades nutricionales:
Es una verdura cultivada en
pequeñas parcelas principalmente como cultivo para consumo familiar.
El cultivo de la achicoria se realiza en
terreno de regadío, donde se siembra en verano u otoño. Para ser el invierno su temporada óptima de consumo.
La principal característica
de su cultivo es la operación del blanqueado. Ésta se realiza, en las últimas
semanas de su cultivo, atando las múltiples hojas de la planta sobre si mismo
para conseguir que se blanqueen, ablanden y pierdan parte de ese amargor
característico.
Esta variedad de Achicoria se puede consumir
cocida o en ensalada, siendo ésta la forma más
adecuada para disfrutar de su sabor ligeramente amargo y su textura
turgente.
Además su consumo en crudo
conserva todas las vitaminas que contiene: B, C, P, K.
Recuerda que es
fundamental limpiar cuidadosamente las verduras y frutas que consumamos en
crudo.
Propiedades nutricionales:
Al igual que sus primos el Cardo y la Endibia,
la Achicoria contiene una gran cantidad de agua y taninos.
Asimismo el contenido de
beta-caroteno o provitamina A de las achicorias, de acción antioxidante, la
convierte en una verdura de consumo recomendado para la prevención de
enfermedades cardiovasculares.
La propiedad de uno de sus componentes activos,la intibina, sobre la
circulación de la bilis hace que el consumo de achicoria convenga a las
personas que padecen trastornos de la vesícula biliar, dispepsia... por su poder colagogo, depurativo (diurético, laxante) y digestivo.
En definitiva una muy
buena opción, tanto por su sabor característico como por sus valores
nutricionales.
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