Estamos terminando el mes de octubre y la temperatura sigue siendo de septiembre, aunque las noches ya son fresquillas.
Toda la vega del Turia, que se divisa desde el viaducto viejo, está coloreada de colores otoñales: verdes, amarillos...
Pero la gente pasea tranquila y se detiene a hablar con sus conocidos comentando el mismo tema: el inusitado calorcito que impregna las calles de nuestros recorridos turolenses.
Hoy, jueves, muchas personas caminaban con sus ramos de flores.
Se acerca el fin de semana de Todos los Santos. Y, por tanto, hay que seguir la tradición ancestral, de rendir memoria a nuestros difuntos,
y de tomar los dulces típicos elaborados con almendra: los huesos de santo.
-Romero-
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