miércoles, 13 de marzo de 2019

Poda y quema de despojos: Preparando los frutales...

La poda de árboles frutales es tarea de esta época. El objetivo reside en obtener frutos de calidad, por lo que se trata de una poda necesaria para evitar que haya muchos frutos pequeños y de poca calidad, buscando el equilibrio entre crecimiento y fructificación.
La poda y guía de frutales es aconsejable desde el momento de la plantación. Ya que cuando es grande el árbol requiere  un gran esfuerzo en tiempo y herramientas.
En esta faena, debemos fomentar una estructura abierta de ramas que desarrollen a lo ancho, y quitar todas las ramas verticales o chupones, cuya única función es la de quitar vigor al árbol y, por tanto, a los frutos.
    
Una vez que se ha dado la estructura al joven frutal, hay que podarlo todos los años, quitando la madera improductiva, incrementar la luz que llega al resto de ramas y mantenerlo en el tamaño adecuado. La poda anual mantiene la madera fructífera productiva, y las plantas sanas y vigorosas.
Cuando un frutal empieza a fructificar plenamente, el crecimiento se ralentiza y, por tanto, la necesidad de poda también.
La poda correcta consiste en buscar un equilibrio entre frutos y hojas.
Unas cuarenta hojas hacen que un fruto tenga suficiente calidad. Para lograrlo deberemos tener en cuenta, antes de la poda, cuántas yemas de flor y madera tenemos, y por tanto actuaremos en consecuencia buscando el equilibrio.

La tarea posterior a la poda es la quema de los despojos, todo lo que se ha quitado a los árboles. Esta faena es necesaria para evitar complicaciones y plagas. 
Así que estos días, todo el campo, incluida mi pequeña parcela estamos dedicados a esas labores, cansadas pero necesarias para tener nuestros frutales en perfecto estado.
- Manzano -

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