lunes, 1 de agosto de 2016

Viaje Madrid: Valle de los Caídos, Aranjuez y Granja de San Idelfonso

El destino de esta excursión, programada por la Asociación de las Amas de Casa fue Madrid, el Valle de Los Caídos, con un autobús de la empresa de Zuriaga.
Nada más pasar Monreal del Campo, sentimos algo extraño.
Paró el chófer, y vio que había pinchado una rueda.
Nos dijo que nadie se moviera de su sitio, a no ser por una urgencia.

Probó a quitar los tornillos y no podía, tuvo que ir a donde fuese a buscar ayuda... 
Volvió con otro señor, sería algún herrero.
Entre los dos cambiaron la rueda y continuamos viaje hacia nuestro destino.
Cuando llegamos por fin al Valle de Los Caídos, nos dijo: 
"¡que nadie suba la Cruz ! porque vamos mal de tiempo"... Como habíamos perdido tanto al inicio del viaje...
Pero yo no me iba a ir sin inmortalizar con mi cámara el monumento, de modo que saqué unas cuantas fotos de la explanada, viéndose la grandiosidad de la obra en una montaña, con esas estatuas hechas de piedra y la Cruz tan enorme. Fueron realizadas por el escultor Juan de Ávalos, que realizó, así mismo las esculturas yacentes de los Amantes.
Por dentro  es grandiosa. Parece mentira como eligieron esa montaña, en el valle de Cuelgamuros. ¡¡Las toneladas de piedra que debieron sacar!! Y con los medios que en aquellos años disponían, para poder hacerlo, porque en los años cincuenta no había la maquinaria que hay ahora.
Vimos donde está enterrado José Antonio Primo de Rivera. Todo de prisa, y a prisa, nos fuimos donde nos aguardaba el autobús, y como siempre falta alguien, tres jóvenes van y llegan corriendo, montan en el autobús y, al poco tiempo, comentan, lo que se divisaba desde la Cruz.
Yo como no me podía aguantar, mi mujer: "no digas nada", siempre apaciguándome...
Pero yo voy y les digo: "si yo fuese el presidente que ha organizado este viaje, ustedes venían andando 2 kilómetros detrás del coche".
Luego, durante el viaje comentaron lo poco simpático que era.
De allí, a reparar fuerzas. Comimos en un restaurante de carretera. 
Lo que no recuerdo ahora es donde fuimos primero, si fue al Escorial o La Granja.
El Escorial es un gran complejo: palacio real, monasterio, biblioteca, una basílica muy grande,  y un panteón, donde están enterrados Los Reyes y Infantas de España . Nos señalaron el lugar desde donde el Rey veía hacer el enterramiento.
Está situado en la Sierra de Guadarrama.
El pueblo fue construido en el siglo XI, cuando la conquista de Toledo 1086.
En 1561, Felipe II mando construir el monasterio, en honor a San Lorenzo.
En 1565 consiguió el título de Villa.
Más adelante, en el siglo XVII se dieron los primeros pasos para llamarle San Lorenzo del Escorial, y, finalmente, en 1792 se segregó el monasterio, del pueblo, por decisión a Carlos IV.
A principios del siglo XIX, con la guerra de la Independencia, la villa sufrió fuertes represalías por la resistirse a los franceses y, por ello consiguió el título de Leal por Fernando VII.
De aquí nos llevaron a cenar, a una residencia de estudiantes,  en Madrid.
Después de cenar, nos arreglamos, y nos dice la señora: "Tengan cuidado, que se producen muchos robos por la noche"
Algunos aún salieron, pero a mí me fastidiaron, porque pensaba llevar a mi mujer donde yo pasé el periodo de instrucción de la mili, en la calle Nuñez de Balboa, en El Barrio de Salamanca ahora tan selecto y conocido.
Y, a la vez, recordar las peripecias que yo pasé, como esta que me viene ahora a la memoria.
Era la década de los 50, del siglo pasado. Soy de la quinta del 50. Salimos de Teruel 4 soldados y un soldado, este de guía para llevarnos.
Llegamos a Madrid a la Estación de Atocha, y el soldado no sabía dónde estaba esa calle, Núñez de Balboa.
A un mozo de estación, un señor que llevaba las maletas, le dijimos si nos podía llevar hasta allí.
Salimos con nuestro equipaje... Yo con mi maleta, que me la hice yo mismo, de madera, ¡con lo que pesaba!
Hala, metro arriba, venga cambiar de metro, nada que nos vio unos palurdos, y se aprovechó. Le pagamos tanto, que por poco nos deja sin blanca.
Llegamos al chalet aquel. Nos presentamos y nos dicen:"¿Habéis visto ese árbol de la puerta,?Pues, ¡¡salir a dejar colgados los c...!!"
¿Y quién dice nada si llevaban, en las batas blancas de farmacia, más estrellas que el firmamento?
De repente nos dan una orden: "Dos de vosotros a limpiar los wáteres"
Yo tuve suerte, porque a mí y otro de  Sarrión nos pusieron a barrer el patio.
Total, que nos pegaron menuda quintada los muy c... 
Así que por miedo mi mujer, en este viaje, y después de la advertencia hecha, nos fuimos adormir.
De modo que, entonces, esa vez, se quedó sin ver Madrid, pues hemos estado dos veces más, una de ellas invitados por La Escuela de Educación a Distancia.
En aquella ocasión, como era visita educativa, vimos un museo, que era la finalidad del viaje, y algo del Museo del Prado, porque en un solo día, poco se puede ver.
Pero volvamos a esta excursión. Después de El Escorial, fuimos a Aranjuez, y a La Granja de San Idelfonso.
                                       
Esta última es una de las Residencias de La Familia Real Española. Pertenece a la Comunidad de Castilla  y León, porque es una localidad segoviana, que se encuentra a 11 kilómetros de Madrid.
Todo esto, las anécdotas que digo son verdaderas, el pinchazo, y como aquel día que fuimos a la paya en el verano, el autobús no pudo cerrar la puerta de los equipajes, y hasta que no mandaron otro, para reemplazarlo, estuvimos esperando hasta las l0 de noche, cuando salía sobre  las siete y media. Y es que ¡¡para fatigas, ver mundo!!
-Pensamiento-

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