Pasatiempos prácticos:

Me levanto y hoy no tengo tarea definida.
Doy un paseo por la huerta, y observo que las ciruelas están  en su  mejor estado de madurez, por lo que las que cogí.
Para comer son muchas, así se consumirán en otro estado: en mermelada

Están en su punto para hacer unos tarros de rica mermelada.
Lo primero es recogerlas y lavarlas bien.
Las voy pelando, y cortando en trozos.
Mira qué cazuela tengo: 
Mientras las voy cortando pienso en la suerte que tengo de disfrutar de fruta fresca, cogida en sazón, en plenitud de sabor.

En esta ocasión los ingredientes que he utilizado, además de las amarillas Santa Rosa,  y rojas -ya comenté en otra entrada que hay muchas variedades- le puse dos melocotones y,  añadí  la cuarta  parte de azúcar.

En principio lo puse todo a cocer, y  cuando estaba tierno todo, lo trituré.

A continuación le puse más azúcar. No mucha, con poca azúcar... por aquello de los problemas con la glucosa. 

Dejé cocer, durante 30 minutos, a fuego lento, de esa forma se  evapora  líquido y  queda muy consistente.

Posteriomente lo puse en botes, y los volví boca abajo, para hacer el vacío natural, y no tener que hacerlos al Baño María.

Yo, como siempre, animo a los miembros del blog  y visitantes,  ha realizar  estas pequeñas cosas, se siente placer  y alegra el gusto.

¡Ah! y  haz caso del gadchets de la derecha y deja un comentario, de esa forma nos animas  a seguir. 

No resisto a terminar esta entrada sin poner imágenes de los ciruelos de mi huerta.

Son un regalo para los sentidos.

            

-Olmo-