jueves, 25 de febrero de 2016

Moscardón, un paisaje recreativo en la Serranía de Albarracín

Algarbe es un paisaje recreativo pertenece a Moscardón.
Sé  que cada persona puede hacer de su tiempo lo que mejor le parezca y dedicarlo según quiera.
Pero lo bonito que es  coger a tu familia, cuando los críos son pequeños y llevarlos a que conozcan la naturaleza, ese aire tan  puro, el cielo tan azul que tenemos en  Teruel. 
Nada es comparable al disfrute de esos días, transmitiendo conocimientos y esas explicaciones  que siempre recordarán.
 Y además que nada está  lejos. Teruel está en una hoya, y es como un punto de donde parten carreteras hacia parajes estupendos.
A mi me parece mejor salir al campo, y no estar sentados en un velador matando el tiempo, y los hijos a su aire comiendo chucherías y molestando a sus semejantes.
Hoy voy a escribir sobre un paraje en el que he gozado mucho llevando a mi familia y amigos.
Este pasaje del Algarbe es precioso, con un claro en el bosque grande, como el de un campo de fútbol, con laderas de hierba para poder jugar y fuente de agua.
Hoy día es un camping. 

Pero todavía es donde se puede comer o comprar lo que necesites, por el se pueden ver
mariposas que en otros lugares no están como la más bella Isabelina, con sus alas verdes entreveradas de marrón, que se alimenta de hojas de pino; la  Apolo Parnassius, de alas blancas con manchas rojas y negras; la Erebia Zapaten, con sus alas marrón castaño y su ocelo negro, que ha sufrido una captura desmesurada; la vistosa Aglais Pantoriana...
Algunas  de estas mariposas están  en Bronchales.
Mariposas que recorren grandes distancias, creo recordar por revista Pronto que salen desde Méjico. ¿Y como llegan? según decía sale una, para donde sea, pone sus huevos... De ellos salen sus capullos, de ellos sus hijas y así hasta recorrer grandes distancias
Por sus grandes recorridos me parecen como las codornices y grullas, o el salmón que nace en los ríos asturianos, vuelve a la mar, y regresa donde nació en los ríos asturianos.
De este paisaje quiero decirles un episodio pasado con mi hijo, al que ya he hecho referencia en otras entradas y del que ya he narrado varias anécdotas.
Llegamos un día allí, al Algarbe. Ellos, mis hijos, jugaban con otros niños y después de comer nos pusimos a jugar al cinquillo -un juego de cartas muy popular por aquí- con otros matrimonios.

Nosotros pendientes mirando a unas balsas de agua que están en la fuente, cuando uno de los jugadores dice:
- Mirar aquel niño que está siguiendo a una mariposa y se va a meter en el  bosque.
Sin saber quién era,  mi mujer y yo saltamos:
-¡¡ Nuestro hijo es!!
Porque sabíamos lo curioso, enérgico y movido que era.
Voy a deciros un sitio donde yo he estado, está frente de la segunda balsa, en un camino, a la
derecha, cerca de cruce de Rubiales, es una explanada.  Yo he estado allí hasta con nieve, pero no en el suelo ¡Eh! Sólo cayendo blandamente.


Es un lugar tranquilo, discreto,  íntimo,  los hijos pueden  jugar, y si hace sol, es fenomenal  ya que tienes en frente la balsa de agua y todos los coches  pasan de largo. Aunque he de decir que algunos se detienen, porque ya lo conocen, como yo lo conocí un día que fui a coger rebollones.


-Pensamiento-

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