En el libro "Corrientes de vida, Cuaderno de viaje de los ríos de Aragón" de Ana Aínsa Montes y Pablo Murillo López, hablan del la zona de los ríos Martín y Aguasvivas es el paraíso de arqueólogos:
"Mi historia es una interminable superproducción en la que he sido al mismo tiempo protagonista y espectador en silencio. Los primeros en desfilar por los títulos de crédito son los íberos, un pueblo de nobles jinetes de los que aprendí grandes lecciones de estrategia. Junto a mis riberas construyeron asentamientos en lugares defendibles como el Cabezo de Alcalá de Azaila, en el que permanecen los restos de tres ciudades superpuestas. La primera del siglo VII a C., en la segunda la íbera Beligio, los arqueólogos han encontrado monedas de plata y cerámica en tonos negros y rojos; la tercera con los romanos, llegó a crecer hasta acoger a unos quinientos habitantes."
-Río Martín, a su paso por Montalbán- |
Es un río afluente del río Ebro por su margen derecha.
Discurre por
las provincias de Teruel y Zaragoza, por lo tanto es un río aragonés, y español.
En su
primer tramo, el Martín baña la depresión de Montalbán, para atravesar después la sierra que se sitúa al norte de
dicha villa, formando una profunda hoz a lo largo de más de veinte kilómetros.
En este estrecho valle se asientan las localidades de Peñarroyas, Obón y Alcaine.
-Embalse Cueva Foradada- |
A partir de aquí, el curso del río
discurre en dirección noreste hasta su confluencia con el Ebro.
El valle se
abre a lo largo de los siguientes kilómetros, sólo para encajarse nuevamente al
alcanzar a la Sierra de Arcos, última sierra que el río ha de salvar.
Su último tramo, en los
materiales terciarios de la Depresión del
Ebro,
coincide con un valle de fondo plano rellenado parcialmente por depósitos aluviales.
Finalmente, el río Martín desemboca en el Ebro, por Escatrón (Zaragoza),
después de 98 km de recorrido por la geografía aragonesa.
En el curso medio del Martín, entre Montalbán y Albalate del Arzobispo, está emplazado el Parque Cultural
del Río Martín.
El conjunto formado por los
cañones del río Martín y sus barrancos afluentes se configura como uno de los espacios naturales más espectaculares y mejor conservados de la provincia
de Teruel.
Y es que, como ya he dicho al principio, es una zona rica
en restos arqueológicos que ponen de manifiesto todos los pueblos que han habitado estas tierras.
Las pinturas
rupestres constituyen
el principal lazo de unión.
A esto hay que unir la riqueza cultural que atesoran los
conjuntos urbanos por los que discurre el río.
Además de los importantes e incluso
monumentales yacimientos arqueológicos, hay que sumar la flora y fauna.
En este espacio se puede pasar muy buenos ratos observando el volar
majestuoso de rapaces y buitres.
El parque fue creado en 1995.
Tiene una extensión aproximada de 160 km². El conjunto rupestre es tan especial que fue declarado Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO en 1998.
A modo de conclusión diré que es una zona estupenda para hacer excursiones, y más en esta época en la que es muy conveniente hacer actividades al aire libre.
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