Hacer una vida sana es el sueño con el que nos despertamos cada día.
Existen muchos sistemas de mejora personal con indudables ventajas mentales y físicas. Y, por supuesto, todos los métodos requieren esfuerzo.
Algunos no están al alcance de todas las personas, pero el caminar si que puede realizarlo cualquiera. Todo el mundo puede salir al aire libre, y recorrer un itinerario para ejercitarse.
Sabemos que este ejercicio
⇨aumenta la capacidad pulmonar, porque llega mayor volumen de aire a los pulmones;
⇨permite controlar la tensión arterial, porque desarrolla los vasos sanguíneos, y vigoriza el músculo cardiaco.
⇨refuerza músculos y ligamentos, mejora la agilidad de las articulaciones y se dilatan y aumenta el número de los capilares que llevan sangre y oxígeno a los músculos.
⇨el cerebro emite endomorfinas, sustancias químicas que provocan una sensación de euforia y bienestar....
El andar pues produce innumerables beneficios.
Y si todavía no se está convencido, se puede leer este artículo periodístico del psiquiatra M. Bousoño, sobre el premio Nobel, Eric Kandel, un estudioso de la fisiología de la memoria.
Esa facultad que reside en el lóbulo temporal donde también residen el aprendizaje, la audición y los sistemas de comprensión del habla.
Aquí dejamos un par de imágenes, que facilitan la comprensión del artículo que ha llegado a nuestras manos.
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