miércoles, 24 de octubre de 2018

Cuentos para mi nieta: El médico de carguero -2 parte-

Y aquí está la segunda parte prometida: Tenemos a nuestro médico naúfrago, en una isla perdida en algún lugar de este mundo, explorándola al estilo de Robison Crusoe…
Un poco más abajo se había formado una charcha, donde pudo bañarse y quitarse toda la sal adherida a su cuerpo.
Esperó a que se hiciese de noche, para ver qué animales venían a beber agua y cuál sería su sorpresa, el ver que no se apartaban al verlo. Se ve que no conocían al ser humano. Cogió un cerdito para matarlo y poder saciar su hambre.

A todo esto, en los periódicos ya habían dado  la noticia del hundimiento del carguero, y que era sin supervivientes.
Empezó a investigar la isla, por si encontraba algún sitio donde guarnecerse y desde el que se divisara el mar.

Bajó a la playa por si encontraba algo que le pudiera servir.
Encontró una botella vacía y una barrica de ron.
Aprovechó para hacer una gran cantidad de  leña, por si pasaba algún barco para hacerle señales. También aprovechó el cristal para hacer señales luminosas, ya que tenía algún conocimiento de morse.

Un día divisó un velero y se puso a hacer señales, lo vieron y se acercaron a la playa, lo recogieron, le dieron ropa para vestirse, y en el primer puerto lo dejaron, donde él tenía amigos y conocidos.

En el primer barco que pudo, se embarcó para su ciudad, y ¡menudo recibimiento recibió de su esposa e hijos!
Como todos los cuentos este también tiene moraleja: 
El aprender y saber no ocupan lugar
Los conocimientos que había adquirido como entretenimiento, le sirvieron para salvarse.
-Pensamiento-

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