Mejillones a la vinagreta en noviembre:

¡¡Acabamos de empezar un mes que en su nombre contiene r!!

Seguramente habrás leído o escuchado alguna vez, sobre todo si conoces a algún gallego, que es preferible consumir marisco procedente de sus mares los meses que contienen la letra ‘R’, es decir, los que van de septiembre a abril, es decir entre el otoño y el invierno.

Esta aseveración tiene una base lógica.

La recomendación de no adquirir marisco en mayo, junio, julio y agosto obedece al hecho de que se trata de la época en la que un gran número de especies se encuentra en veda con el fin de protegerlas durante su época de reproducción.

Así que aquí traigo yo una receta facilita, y muy rica rica. La puedes usar como tapa, para abrir el apetito de una comida y asombrar a tu familia.

Para 4 personas tienes que tener:

1 kilo de mejillones. Los de roca suelen tener la cáscara más limpia.

1 Diente de ajo.

1/4 Pimiento rojo.

1/4 Pimiento verde.

1/2 Cebolla.

1 Tomate.

1/2 Limón

Vinagre de jerez.

Aceite de Oliva y sal.

Para hacerlos:

1.- Limpia los mejillones, puedes darles con un estropajo, y con las tijeras cortarles las barbas.

2.- Introdúcelos en una cacerola.

3.- Añade los dientes de ajo picado.

4.- Vierte el vino y el zumo de medio limón.

5.- Riega con un chorrito de aceite.

6.- Tapa la cacerola y deja que cueza unos 5 minutos o hasta que los mejillones estén abiertos.

7.- Mientras pica y corta, en dados muy pequeños, los pimientos y la cebolla

8.- Mezcla las verduras en un bol, con los tomates rallados, añade una pizca de sal.

9.- Retíralos con una rasera.

10.- Quítales la valva, y deja la que  contiene el molusco.

11.- Disponlos  en una fuente o en los platos con la ración que toque.

12.- Cuela el zumo de cocción.

13.- Y añade un par de cucharadas del caldo de la cocción de los mejillones al bol de las verduras.

14.- Aliña esta mezcla con aceite y vinagre a gusto, formando una vinagreta con tropezones.

15.-Con la ayuda de una cuchara, reparte un poco de esta vinagreta  sobre cada mejillón y sírvelos templados.

Para que no se enfríen hasta que se coman, puedes colocarlos en el horno a una temperatura baja.

Y ya tienes un plato de proteínas sanas.

Sus cualidades nutricionales son innumerables: Contienen muy poca grasa, aunque la mayoría son ácidos grasos poliinsaturados omega-3.

Son ricos en vitaminas, entre las que destacan niacina, riboflavina y tiamina.

Aportan muchos minerales, entre los que destacan el calcio, yodo, hierro, potasio y magnesio.

-Pensamiento-