sábado, 12 de noviembre de 2016

Una lectura, novela histórica:

Toti Martínez de Lezea es una autora vitoriana muy conocida en el mundo de la novela histórica. 
El libro que traigo aquí es 'La calle de la judería'. Publicada en el 2005, yo la he leído en EMBOSILLO, 2010.
La trama se desarrolla en la Vitoria del siglo XV, territorio entonces perteneciente a la Corona de Castilla. Narra las vicisitudes del físico David ben Sahadia y tres generaciones de su familia. 
La autora da una visión de aquellos tiempos, período convulso en la historia, que marcó la sociedad de la época, y fue decisiva en el destino de muchos miles de familias, y para el propio país.
A mi me gusta rastrear en los libros datos sobre la alimentación y la gastronomía.
En este he encontrado una receta de como preparar un té con hierbabuena, {Mentha spicata}.
(...)"en la cocina de su casa y preparando un té verde de hierbabuena que siempre tomaba después de las comidas porque era digestivo y aliviaba los ardores de estómago. Lo preparaba él mismo y sentía gran placer en seguir un rito (...)
Escaldaba el té verde con un chorrito de agua hirviendo, lo removía y tiraba el agua.
Inmediatamente después, con el té ya reblandecido y lavado, echaba otra vez el agua hirviendo necesaria y le añadía un gran manojo de hierbabuena recién cortada.
Pasados unos minutos colaba la cocción (...) y la endulzaba con miel.
Siempre había dicho que ésa era la forma correcta de preparar las tisanas. (...) lo aprendió de un viejo moro en sus años de estudiante en Toledo." pg 286.
Ya al final del libro, habla de la manera de celebrar la fiesta del Pesaj, la Pascua:
"(...) cubrió la mesa con su mantel más fino y la mejor loza y amasó con ayuda de su hija pan cenceño, sin levadura (...) Colocó sobre la mesa varias escudilllas con apio en señal de pesadumbre y amargura a las que seguirían otras repletas de lechugas aliñadas en signo de dicha y alegría. (...) se encargaron de asar dos rollizos corderos. Platos llenos de turradillos, almendras, rábanos, huevos, arrucaques y dulces fueron ocupando su lugar en la mesa para hacer las delicias de los paladares más exigentes." pg 496.
A mi me encanta la repostería y me ha picado la curiosidad con los turradillos porque se mencionan varias veces a lo largo del libro. ¿Qué serán? -me pregunto-. Y como, actualmente, todo puede encontrarse en la red, pues aquí está la información.
No sólo el trazado de nuestras calles, recuerdan la Judería, sino que parece ser que nuestra actual repostería es deudora de aquellos judíos españoles, los sefardíes. El legado incluye las almendras saladas, mermeladas, dulce de calabaza, el dulce de membrillo, las rosquillas, los bizcochos, los buñuelos de viento, las torrijas o los turradillos, especie de galletas de jengibre.
Yo, de momento, prefiero cultivar menta y tomar tisanas. ¿Y tu? ¿Qué prefieres?.
-Margalló-

2 comentarios:

  1. Me encantan tus entradas, en todas encuentras algo que te pica la curiosidad, a mi que me gusta la cocina, alguna receta que otra las pruebo, sigue dando ideas... Bonita.

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    1. Una de mis aficiones es la lectura, y otra la cocina...de modo que intento aunarlas :)
      Muchas gracias por dejar comentarios. Animan a seguir adelante.bsts

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