En un Balneario urbano: La Villavella I

En cuanto pillo unos días de vacaciones, ya estoy haciendo la maleta. 
Y me planteo las preguntas pertinentes:
¿Playa o montaña? o sea ¿Litoral o interior?
¿Lejos o cerca? es decir ¿Muchos kilómetro o pocos?
¿Alojamiento turístico o balneario?
¿Con antigüedad e historia o nuevo?
¿Ya conocido o por conocer?
¿Tranquilidad o Marcha?
Y conforme me voy respondiendo a las preguntas, me inclino por un lugar o por otro.
Aunque preferiblemente que esté en relación con el agua. Sí: H2O, l'eau, the water, acqua...
Esta vez me he inclinado por La Villavella: montaña, interior, aunque veo el mar a lo lejos.

Cerca en el espacio, lejos en espíritu.
Balneario, por supuesto. Con notable antigüedad. Es centenario. Con sabor a otras épocas.
Un pueblo desconocido para mi.
De momento, he encontrado tranquilidad.
El paisaje urbano de un pueblo calmo valenciano, donde las personas se sientan en su cadira, silla y toman el fresco o comparten recuerdos y charla con sus convecinos.
Donde todavía, por la calle, se saluda a los escasos viandantes con un buenas tardes.
¡Sí, señor! Creo que he acertado con la elección de mi lugar de vacaciones agosteñas.

-Margalló-