El motivo de este viaje es que fuimos invitados a Santander, porque uno de los salones de una Residencia, lo dedicaban a nuestra región a Aragón.
Llegamos a Santander y fuimos derechos a la celebración de una misa en la Catedral de
Nuestra Señora de la Asunción. Fue amenizada por los Coros y Danzas de Teruel, que se habían desplazado en otro autobús. Resultó una misa magnífica, donde se escucharon los acordes de guitarras, laudes y bandurrias de la rondalla.
ya, luego, en la calle actuaron todos los grupos invitados.
Fue emocionante eso de escuchar jotas fuera de la tierra natal.
Nuestro grupo con su baile.
Yo no sé demasiado de bailes regionales, pero creo que
fue la jota de Calanda donde los joteros se mueven con una elegancia que asombra.
Por si, tu lector, no conoces este baile, te pongo aquí un vídeo de esa jota, para que la disfrutes:
Me gustó mucho,
por lo bien conjuntados que bailaban,
un baile con los zuecos.
Al día siguiente, fuimos a la inauguración del salón, en el que comimos.
La comida nos fue amenizada por los grupos folklóricos de Santander, con sus gaitas, panderetas y castañuelas.
Durante la comida, salió una andaluza -creo era de Utrillas-, a cantar jotas, y ¡¡la que se armó!! Venga dando palmas todos los que fuimos.
Lo emocionante fue la despedida, ya que todo su grupo, el de Santander nos despidió haciendo un pasillo, y a los lados estaban ellos tocando, las gaitas y demás instrumentos.
-Pensamiento-
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