miércoles, 20 de julio de 2016

¿Cómo conservar ciruelas?

Ahora es la temporada de la ciruela. 
Los ciruelos, de la familia de las rosáceas, o sea, primo hermano de los rosales -¿quién lo diría?- están cargados de frutas.
Las hay de todos los tamaños, formas, colores y sabores, según su variedad.
Una de las variedades de las que me puedo beneficiar es la llamada Fortuna. Redondas y rojas.

Esas ciruelas llenas de agua, del laxante sorbitol, de la maravillosa y brillante sanadora vitamina A, de la rejuvenecedora vitamina E, del necesario potasio y de los raros antociano y ácido málico.
Y uno se encuentra en cómo preservarlas del deterioro, para poder disfrutar, más adelante, de ese sabor tan especial.
Esta pasada semana he degustado el producto de un experimento culinario: ciruelas al natural.
La cosa está en lavar bien las ciruelas, y abrirlas por la mitad, para quitarles el hueso.
Una vez deshuesadas, se ponen en un tarro de cristal, añadiendo 1 medida de anís dulce, y 3 medidas de agua + 2 cucharadas soperas azúcar.
Ahora se coge el tarro, se coloca en olla con agua fría que cubra todo el bote.
Y se tiene al Baño-maría,  una vez que empieza a hervir, se tiene 7 u 8 minutos, para mejorar la conservación.
                                 Puedes picar en el enlace si desconoces la técnica.
                         
Se pueden tomar al cabo de  un par de semanas. La pigmentación de la ciruela traspasa el color al líquido, dándole un aspecto apetitoso.
Entre mi familia ha tenido mucho éxito este postre, incluso entre personas que no pueden ni oler las bebidas alcohólicas.
Te animo a experimentarlo por ti mismo.
-Olmo-

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