El lunes, día ocho de junio, realizamos el viaje con abuelitos y abuelitas de la Residencia-Hogar.
Fuimos a Castellón,
a pasar el día.
¡Ah, la cara que se le puso a alguno!
Porque algunos era la primera vez que navegaban, y eso les
encantó.
Es tan raro un paseo por el mar...
Después, nos fuimos a comer al
aire libre, con una gran comida donde se cantaron hasta unas joticas y se contó algún chiste con unas buenas risas.
Lucía Miedes cantó genial.
Lucía Miedes cantó genial.
Al regreso, al volver hacia Teruel, hicimos una parada en las bodegas del licor Carmelitano, ya que los Mayores tenían ilusión de verlas, y aunque teníamos que subir y bajar escaleras, lo hicimos porque nadie se quiso perder nada. Allí, en la sede de Benicassin, fue donde tuvimos una degustación de sus
vinos y licores.
El viaje se componía
de unos cuarenta residentes, más las Hermanitas de los Desamparados que los atienden, y un grupo de voluntarios, que colaboramos habitualmente con en la Residencia.
Al final del viaje, ya en Teruel, teníamos una invitación, en el Hotel Milagro. Donde también se incorporaron trabajadoras de la Residencia.
Nos obsequiaron con una cena, cuya sobremesa se alargó después hasta las once de la noche con
baile, poesías recitadas por Ángel Reyes, sevillanas bailadas por Antonia Almazón y joticas de nuestra tierra para todos.
Al regreso a casa estaban muy contentos, como dije antes, fue un día donde los Mayores demostraron que tienen un espíritu joven, y te dan fuerzas para seguir adelante.
Disfrutamos de un día inolvidable.
-Carrasca-
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