Los primeros focos de civilización florecen en las cuencas fluviales del Nilo, del Tigris y el Éufrates, o bien en las zonas costeras del Mediterráneo.
Son las culturas de Egipto, Caldea y Asiria -Mesopotamia-, Fenicia, Palestina y Asia Menor.
Mesopotamia era el cruce de caminos entre Asia, Europa y África.
El elemento religioso entre los asirio-caldeos es de origen sumerio. Las primeras divinidades simbolizaban las fuerzas naturales o los astros.
Cuando el sabio inglés Layard descubrió la biblioteca de Assurbanipal, con sus 22.000 tablillas de arcilla, en las que se encontraron, en escritura cuneiforme, relatos históricos, documentos y contratos comerciales, obras de medicina y de astronomía, tratados de derecho y de gramática.
Se sabe que en Astronomía distinguían los planetas de las estrellas y conocieron las doce constelaciones del Zodiaco y el Calendario.
Y desde ese Oriente se trasladaron los tres Magos [Bithisarea, Melchior y Gathaspa] para adorar al Niño y ofrecerle sus presentes: Baltasar ofreció oro, por considerarlo 'Rey de Reyes'; Gaspar, incienso, como deferencia a la divinidad; y Melchor, la mirra, como presagio de padecimientos en la vida terrenal del Salvador.
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