sábado, 26 de noviembre de 2016

Normas de vida -XI-

Y esta es la última, la 11, que tiene mucho que ver con lo que hago aquí:

Escribiré con honestidad y sensibilidad.
Aunque hace mucho tiempo que dejó de preocuparme lo que los demás piensen de mí.
       
La cantidad de personas a las que puedo ayudar compartiendo los resultados de mis estudios, y mis lecturas, las ideas y consejos en mis entradas o mensajes son más importante que la opinión ajena.
Sólo con que colabore a paliar un rato de soledad al que lee mis textos, ya me doy por satisfecho.
                                              
Si además de eso contribuyo a mejorar en algún aspecto su vida, entonces ¡miel sobre hojuelas! que se dice.
Los poemas de amor más hermosos están escritos por los poetas más apasionados. El apasionamiento, la emoción intensa por algo mueve a hacer las cosas.
Nunca conseguiría ayudar a todas las personas que quisiera si me guardara para mí “la información que de verdad vale”.
Me gustaría ayudar a las personas a retomar el control de su salud, su cuerpo y su espíritu para transformar su vida, vivir mejor el presente y prepararse mejor para el futuro. 
         
Y esto es todas estas entradas que he ido desgranado a lo largo de estos días, estas normas me permiten vivir con menos complejos, más energía y más productividad y eso no lo hubiera conseguido sin haber tenido clara mi filosofía de vida.
Evidentemente no estoy diciendo que siempre, todos los días, consiga cumplirlas todas, pero sí me marcan unas pautas de actuación, y cuando corro el riesgo de pasarme de la raya, me suena como una “alarma interior”. Y ¡Hala, a ponerme las pilas!
"Tu eres el único que te puedes decir a ti mismo: 'Sí puedo'
La última palabra la tienes tu"
-Pensamiento-

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