miércoles, 28 de septiembre de 2016

Septiembre, mes de ferias:

Septiembre es un mes que en mi tierra se celebran la ferias desde la antigüedad. 
Ferias en honor de algún santo patrón.
Se escogían estas fechas, por coincidir con el comienzo del año agrícola. Con este motivo, concurrían gentes de los pueblos cercanos, para vender o comprar todo tipo de animales, tanto de carga como de paseo, y también ovino y caprino...
Los agricultores perseguían la finalidad de proveerse de bestias para las tareas de la próxima campaña agrícola.
         
Como quiera que estas ferias duraban varios días, fueron apareciendo, atracciones para amenizar las noches de los feriantes.
Así aparecieron circos, teatros ambulantes, revistas de la farándula  y atracciones  para los más pequeños.
En la actualidad, ha sufrido una gran transformación, aunque quedan  algunos resquicios.
En cuanto al ganado, todavía hay transacciones, pero la mayoría lo son como mascotas. A estas alturas,  los animales no forman parte  útil para  la agricultura.
Por otro lado, durante los años 60/80, la agricultura se comenzó a industrializar, innovando cada año,  por lo que las  marcas exponen lo más moderno en estas ferias.
Como la que se ha celebrado en Alcalá La Real, mi comarca, la Sierra Sur de Jaén, este fin de semana pasada.
Hasta allí acudimos de todos los pueblos: Alcaudete, Castillo de Locubín, Frailes, Priego...
Y como somos zona olivarera, las estrellas son las máquinas para recoger la aceituna:
El llamado popularmente paraguas, porque extiende su alas por debajo del olivo.
Es una máquina, que aparte de hacer vibrar las ramas del olivo, para tirar las aceitunas, las recoge todas y las echa directamente al remolque del tractor, aliviando muchísismo la tarea de recogida.
Esta otra en cambio, es solamente para vibrar los olivos, para moverlos y que caiga la aceituna.
También se exponen productos alimenticios, elaborados en la comarca, tales como embutidos: longanizas, chorizos... y de los famosos quesos artesanales de esta zona.
Así mismo se pueden observar otras elaboraciones de artesanía, en madera de olivo,  utensilios de madera: cucharadas, tenedores y otros útiles para la cocina.
Y no hay que olvidar los objetos en forja.

En cuanto al tema de distracción, estos días llegan los conciertos, las  verbenas... Grandes grupos musicales los cuales amenizan la noche hasta el amanecer.
Las casetas   proliferan  a tamaño descomunal ofreciendo los más apetitosos manjares... Chopitos, flamenquines, montaditos... Las papilas gustativas se disparan sólo con acercarte a la feria.
Y ¡no digamos de las grandes atracciones para niños! Grandes norias, enormes montañas rusas que hacen las delicias de chicos y no tan chicos.
De modo que el lema del domingo fue: ¡¡Vamos de feria!!
-Olmo-

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