viernes, 23 de septiembre de 2016

Mis vacaciones en Alcossebre de 2016 -II-

El Lunes, después de desayunar nos fuimos a la mar, a darnos nuestro chapuzón de agua.
Yo, como dije anteriormente, siempre ayudado por mis hijos. Mi estabilidad ya no es la que era.
Y luego por la arena mi buen paseo, para disfrutar del día, que estaba un poco nublado, ¡¡pero mejor!! La temperatura era ideal.
Pero llega la hora, y ¡a comer! y nuestra siesta que no falte, que viene bien al cuerpo y a la mente.
Tanto es así que esta actividad la hemos exportado al extranjero, y hasta los japoneses la han adoptado.
Y es que entre las 13 y las 15 horas atravesamos una fase de cansancio, nos bajan los niveles de alerta y atención. La siesta nos hace recuperar energías, mejorar el ánimo, ayuda a la toma de decisiones, creatividad y percepción sensorial.
Por la tarde, ya descansados, nos fuimos con el coche hasta el pueblo de Las Fuentes.
Llamado así porque hasta en la misma playa nacen manantiales de agua dulce.
                                            
Allí, todo él son apartamentos y hoteles muy bonitos, todos dedicados al turismo.
Y yo pensé, que si en estas fechas septembrinas hay tanto personal ¿qué será en los meses de junio, julio y agosto?
Yo creía, que al estar ya los niños en el colegio y haber empezado el año escolar, estaría la playa vacía... Pues hoy había más que el primer día, ayer, el domingo,
Nos fuimos a pasear hasta el faro, que está sobre un kilómetro de distancia.
Tiene una pequeña cala, llamada Cala Blanca. El camino liso y, el lado que da al mar, tiene una pared forrada de madera donde te puedes sentar. Es un sitio estupendo, sin problemas, sobre todo, para la gente mayor como yo.
Lo pasamos muy bien. Tenemos hechas muchas fotos con el móvil para recuerdo.
-Pensamiento-

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