En primavera, las actividades se hacen callejeras.
Las asociaciones se animan a montar sus puestos y enseñar lo que se ha ido haciendo a lo largo del año, y a mostrar a los pequeños cómo eran los oficios en otras épocas:
Da gusto observar las caras de los más pequeños viendo los cercados de las ocas, los conejos, o las cabras...
Los mayores también disfrutan tomando las torrás de chorizos, metidos en media hogaza de pan, como en otro tiempo.
Y yo, lo paso muy bien recorriendo los puestos de este mercadillo artesanal, percibir la diversidad de colores, los sonidos de la dulzaina, las danzas típicas y respirar los miles de olores que invaden el ambiente.
La memoria es la senda que nos lleva a acceder al pasado...
Las asociaciones se animan a montar sus puestos y enseñar lo que se ha ido haciendo a lo largo del año, y a mostrar a los pequeños cómo eran los oficios en otras épocas:
Los mayores también disfrutan tomando las torrás de chorizos, metidos en media hogaza de pan, como en otro tiempo.
Y yo, lo paso muy bien recorriendo los puestos de este mercadillo artesanal, percibir la diversidad de colores, los sonidos de la dulzaina, las danzas típicas y respirar los miles de olores que invaden el ambiente.
La memoria es la senda que nos lleva a acceder al pasado...
-Margalló-
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