el plátano de sombra.
Yergue su tronco elevado, esbelto,
manchado pardogris
y se cimbrea altanero, majestuoso.
Los dedos de sus ramas verdes
acariciando el cielo, saludan la brisa.
Sólo alteran la calma del momento
miriadas de insectos provocadores
que pululan en el aire templado de la tarde.
-Margalló-
No hay comentarios:
Publicar un comentario