Un hortelano

Como muchos de mis paisanos, tuve que abandonar mi pueblo, e irme a vivir lejos para desarrollar mi vida activa.
Pero siempre, durante todo ese tiempo de estancia en las grandes ciudades, añoraba el campo, el aire libre y la vida sin horarios.

Cuando me jubilé, decidí volver a realizar tareas que había hecho de pequeño y había visto hacer a mi padre durante toda su vida.

¿ Qué cosas son iguales y cuáles diferentes?
Antiguamente, se hacían tareas más artesanales, porque no se disponía de ninguna maquinaria.
Para la misma producción se necesitaba muchísimo más esfuerzo.

¿Por qué me gusta dedicarme a esta tarea de hortelano?

Mientras viví fuera echaba de menos el verdor de los olivos, las comidas con productos recién recolectados, la matanza del cochino... Es decir, lo que expresan unos versos que me dedicaron el año pasado: 

¡Qué descansada vida 
la del que huye del mundanal ruïdo, 
y sigue la escondida 
senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido; (...)
                                Oda I  de Vida Retirada -Fray Luis de León-

Así mismo me dedico a la tierra por la necesidad de cultivar la tierra que heredé  de mis padres. No podía dejarlas perder después de los esfuerzos y sudores que costaron a mis antepasados: a mis abuelos, a mis padres...

¿Qué siento cuando todas las mañanas voy a la huerta? 
Soy feliz cuando me levanto y siento el frescor del aire, con ese olor indefinido que tiene el aire limpio.
Soy feliz cuando veo el sol asomando por entre las montañas, como se va desperezando la mañana, en invierno, amanece por la Sierra de S. Pedro y, en verano, por el Cerrajón.

Estoy deseando de llegar para ver el desarrollo y crecimiento de las plantas...su evolución.
Me gusta sentir el rocío sobre las plantas, ver como crecen de un día para otro las hortalizas las frutas...
A veces, tomo fotos, para ver la hermosura que desplega la naturaleza. Una rosa perlada de rocío es la imagen más hermosa con que se pueda deleitar una persona.

-Olmo-