"Enero frío y sereno, inaugura el año nuevo".
Las bajas temperaturas resecan la piel y favorecen las arrugas. Por lo tanto, además de extremar la hidratación, hay que alimentarse correctamente.
Las bajas temperaturas resecan la piel y favorecen las arrugas. Por lo tanto, además de extremar la hidratación, hay que alimentarse correctamente.
Hidratos de
carbono, agua, proteínas, azúcares, grasas y vitaminas son los componentes
básicos de los alimentos que ingerimos.
En las últimas
generaciones se ha producido un cambio radical de vida. Se están abandonando
costumbres alimentarias
que han pervivido a través del tiempo, y que constatan una sabiduría ancestral.
La comida debe alegrar la vista, estimular el olfato, el deseo de degustar, además de satisfacer las necesidades energéticas y dar sentido de saciedad.
El cuerpo humano
transforma las sustancias químicas que contienen los alimentos en energía
térmica y mecánica, es decir, aportan calor y movimiento, sus componentes
vitales.
Los
alimentos se transforman en calor, en el proceso digestivo. Este consiste en
dividir los alimentos en sus componentes más simples: proteínas, grasas y
azúcares…
%.--¿Y qué dice la
tradición popular sobre la comida?
Dice que en
terrenos como el nuestro, donde el invierno es largo y frío, el cuerpo necesita
alimentos que nos proporcionen energía.
%.--¿Y dónde la
podemos encontrar?
Pues en diversas
fuentes. Pero nuestro recurso típico y proverbial es el cerdo.
¿Quién no ha oído
hablar del jamón de Teruel?
En una próxima
entrada hablaré de este animal, del que se dice “¡me gustan hasta sus andares!”…
-Margalló-
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