El Adviento nos despierta para ser más perfectos, dentro de nuestras posibilidades.
En él, se nos presenta a María como principal fuente de atención.
Dios, a través de ella, nuestra Madre, prepara nuestros corazones para la llegada de su Hijo.
La Virgen está a nuestro lado en este tiempo de adviento, mostrándonos como es una espera gozosa. Hoy lo hace bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe.
-Carrasca-
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