Desde 1953
existe en Teruel el Archivo Histórico.

Durante años estuvo en el mismo edificio que la Biblioteca Pública, pero, con el paso de los años este espacio resultó insuficiente y se trasladó, en junio de 1987 al edificio de las Antiguas Escuelas Graduadas del Arrabal, es decir al antiguo ‘Miguel Vallés’, en la Ronda Dámaso Torán.
Fue construido
por el arquitecto Pablo Monguió, hacia 1911. Pertenece, pues, al Modernismo,
con las influencias mudéjares, propias de la ciudad.
El edificio
fue declarado Bien de Interés Cultural, en junio de 1996.
El Archivo actual consta de una planta en la que están las oficinas, la sala de investigadores y los talleres de microfilmación y de fotografía.
Y cuatro
plantas más destinadas a los depósitos. Estas tienen un sistema de ventilación
y renovación de aire forzado.
El suelo es de
resina especial, cubierta por pintura plástica para evitar que penetre el polvo
y la reflexión de la luz.
En la planta
baja se halla la cámara de fumigación, para desinfectar los documentos cuando
llegan al Archivo.
Todo sea por
cuidar y preservar los retazos de historia que llegan hasta allí, como por
ejemplo: 
El Sello de Pedro IV, el Ceremonioso o el del Punyalet, del siglo XIV.
O la versión del siglo XIV, en lengua romance, de los Fueros de Teruel, que habían sido otorgados por Alfonso II, en 1247, cuando era tierra de frontera o de extremadura.

O el libro de los Jueces de Teruel, del siglo XV.
O el sello del Concejo, con el relieve del Torico.

O la Concesión a Teruel de voto en Cortes de 1775.
Detalle del documento
O el Protocolo notarial de Yagüe de Salas de 1619, descubierto en 1958, en el que se relata la historia de los Amantes.
-Pensamiento-
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