Mi vida, infancia y adolescencia transcurrió felizmente, aunque sin abundancias, por tierras de Jaén, colaborando desde muy joven en tareas agrícolas
familiares.
Escuela unitaria masculina, hasta mi incorporación al servicio militar. En ese tiempo, tuve oportunidad
de realizar un curso patrocinado por la Compañía
Telefónica Nacional de España. Y concluido mi tiempo en la mili, formé parte de plantilla de la compañía, como empalmador de entrada.
Tiempos difíciles, aunque con dedicación y
sin despreciar ninguna
oportunidad de hacer horas o tareas
extras... Salí adelante con mis gastos y aún tenía para alguna que otra juerjecilla,
ir al baile los sábados, y ¡qué ilusión! un paquete de Chestesfield, que duraba más de un
mes, porque yo nunca fumé, pero era moda llevar un cigarrillo en la mano. El paquete
se quedaba en el bolsillo del traje
hasta el siguiente sábado.
Aún así, ganando poco, el billete del metro lo ahorraba en la vuelta del trabajo, era 1.50 pesetas. Pero multiplicado por seis días, bastaba para pagar algún capricho. Siempre guste de no gastarlo todo lo que ganaba y ¡milagro! un año más tarde pude tener mi seiscientos.
Era casi de mi edad, pero qué bueno era para ir a Lloret de Mar y a Castelldefels... a las playas. Éramos un grupillo de colegas y sanamente, bueno, se hacia lo que nos dejaban, lo pasábamos bien.
La vivienda que buena… ¡Solo dormíamos tres colegas en la habitación! Con un armario no muy grande pero que no se llenaba.
Aún así, ganando poco, el billete del metro lo ahorraba en la vuelta del trabajo, era 1.50 pesetas. Pero multiplicado por seis días, bastaba para pagar algún capricho. Siempre guste de no gastarlo todo lo que ganaba y ¡milagro! un año más tarde pude tener mi seiscientos.
Era casi de mi edad, pero qué bueno era para ir a Lloret de Mar y a Castelldefels... a las playas. Éramos un grupillo de colegas y sanamente, bueno, se hacia lo que nos dejaban, lo pasábamos bien.
La vivienda que buena… ¡Solo dormíamos tres colegas en la habitación! Con un armario no muy grande pero que no se llenaba.
¡Qué ilusión ver por la tarde la televisión en blanco y negro y los Tacañones... Bonanza…Además el asiento bien duro: el suelo. Sólo había 4 sillas. Las ocupaban los dueños de la casa, el matrimonio y dos
hijos.
En el trabajo buen compañerismo,
al haber poco dinero, 2.350 pesetas al mes, no
había odio ni rencillas ¡qué felicidad! y ¡qué buena armonía! Nos juntábamos para pasear por
las Ramblas de madrugada, mezclados con hippies, prostitutas, ningún problema
siempre que no se alterara el Orden Público. Eso si, pelo cortito y nada de barba, había que
pasar por buena gente.
En el trabajo, toda clase de
diabluras con tal de ganar un dinero extra. Como ejemplo, enganchar una escalera de seis metros al parachoques del 600 y circular por Nacional II y de
escolta otro compañero en una Vespa.
Otras veces, subir a una escalera tres compañeros y, estando colgados, se rompió y nosotros como monos enganchados unos a otros a otros.
Otras veces, subir a una escalera tres compañeros y, estando colgados, se rompió y nosotros como monos enganchados unos a otros a otros.
Así se salió adelante novia, casamiento, vivir en un piso
compartido con otro matrimonio, hasta que, a fuerza de hacer horas extras en
una fábrica de grabación de casetes,
desde las siete da la tarde hasta que el cuerpo aguante, di la entrada del piso, 80.000 pesetas. ¡ Qué capital! Además nuestro querido y sin embargo odiado Don Paco, nos daba una ayuda de 1.500
pesetas por matrimonio al mes ¡Qué
sueldazo!
Esto lo cuento a mis hijas y me dicen: ¡Anda no cuentes batallas! Pero es real como la vida misma y muy feliz
de poder contarlo.
Que rollo ¿verdad?, pero es unas vivencias que me gustan compartir, espero que no se aburran al leerme. Seguro que mis palabras les hacen recordar otros tiempos suyos, pretéritos, pero tan vívidos en la memoria.
Que rollo ¿verdad?, pero es unas vivencias que me gustan compartir, espero que no se aburran al leerme. Seguro que mis palabras les hacen recordar otros tiempos suyos, pretéritos, pero tan vívidos en la memoria.
-Olmo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario