Mucho se ha
dicho y escrito sobre el amor a través de la historia. Páginas y más páginas,
libros y más libros. Y todo ello con distintas y diversas interpretaciones.
Otros lo
interpretan como una muestra de amistad
profunda, pero que no deja de ser más que una amistad.
Algunos otros lo interpretan como un amor imposible,
es decir, lo que se llama un amor
platónico, sustentado en sus ideas y sus pensamientos. Un amor ideal, un
amor en la imaginación, un amor imposible de alcanzar.
Y así
podríamos ir desgranando interpretaciones y más interpretaciones: amor de pareja, pasión, romanticismo...
La
interpretación que quizá sea la más auténtica es la de los que creen que el
amor es una entrega hacia el otro. Hacerlo
todo por y para la persona amada, no para recibir algo de ella, sino
desinteresadamente y buscando solo su felicidad.
Es entregarse a ella simplemente
porque se le quiere sin exigir que ella le devuelva ese amor. Hacerlo sin más, solo porque nos
sentimos felices viendo su felicidad. Es el amor de madre, que se entrega y vela por sus hijos sin ningún
interés y sin esperar nada a cambio.
Después de
ver tan diversas interpretaciones pregunto: ¿Qué es el amor?
Nosotros, aquí en la ciudad, interpretemos
el amor como hicieron Isabel y Diego, los Amantes de Teruel. Ambos murieron del amor profesado entre
ellos, por amor del uno hacia el otro. En ellos tenemos un espejo en el que nos
podemos mirar. Todo un ejemplo de amor. La Ciudad de Teruel, cada año, en el mes
de febrero, rinde un homenaje a Ellos y al amor con la Recreación de las Bodas de Isabel de Segura.
- Tomillo Azul -
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