En esta época del año, una vez acabada la recolección de la aceituna, es necesario preparar el olivo para próxima cosecha.
Entre otras faenas, una de la más importante es la poda. Aquí se llama tala y este trabajo se realiza de forma bianual. Es decir, se poda un año si, y otro no.
Antes de la poda |
Después de la poda |
La operación consiste en eliminar las ramas viejas, así como también se quitan los vástagos o chupones que son nocivos para el árbol, ya que se llevan la mayor parte de la savia.
De esta manera se consigue clarear el árbol para que se aireé y le entre el sol.
Posteriormente, y después de separar las ramas gruesas de las delgadas, se acordonan las delgadas para después, con una máquina picadora, triturarlas, y esparcirlas por el campo, así se convierte en abono orgánico.
A los troncos más gruesos se usan de combustible para la calefacción.
Támaras para su trituración |
Ya he comentado en entradas anteriores que el cultivo del olivo es muy importante en parte de Andalucía, y la economía principal de Jaén. Ésta es la provincia de mayor producción de España, con un volumen de producción en la campaña 2013-2014 de 725.000 toneladas, teniendo en cuenta que la producción total en España es de 1.780.000.
Aún así, el precio que percibe el agricultor, en muchos casos, es inferior a los gastos de producción.
Paradógicamente, a veces, el precio del aceite que nos ofrecen en grandes superficies está muy por debajo al que percibe el agricultor, extraigan las consecuencias y saquen Vds. sus propias opiniones.
-Olmo-
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