En los campos de mi tierra, existen en convivencia los cerezos y los olivos.
Para completar el trabajo de la aceituna, que anteriormente era monocultivo, se aprovecharon los olivares para plantar, entre sus árboles centenarios, los cerezos.
Con el buen tiempo, y acabadas las tareas que requiere la aceituna, todos los miembros de la familia participan en la recogida de la cereza: los menos gimnásticos recogen las de las ramas bajas, los más ágiles se suben a las
escaleras para recoger las de las ramas altas.
Es una recolección familiar, todos acuden, porque se siguen utilizando el único método posible: coger a mano.
Existen multitud de variedades: Lampe, Sumi, Corazón de cabrito...
Variedad a la que hace referencia el cartel de este año.
Fruta muy perecedera,
se pone a la venta en fruterías y mercados de la
zona. Y para dar a conocer nuestra cereza ¿qué mejor que una fiesta?...
Desde hace 30 años, se celebra la
feria para dar a conocer el municipio y el producto.
Vienen de todas partes. Los de provincias limítrofes acuden en autobuses alquilados expresamente para el evento.
El Mercadillo muestra en sus casetas licores, postres...elaborados por las diferentes asociaciones de amas de casa de la zona. Y por supuesto se vende la fruta directamente al público.
También se venden otros productos típicos, como la cerámica o utensilios artesanales de madera...
¿Os animáis a visitarnos?
-Olmo-
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