Estos días he pasado muchos ratos pendiente de la televisión. Saltando de cadena en cadena para ver lo que contaban del Vaticano: que si la plaza de San Pedro estaba llena de gente, que si ya estaban todos los cardenales en la Capilla Sixtina, que si las votaciones de los cardenales, que si fumatas negras...
Y por fin, en la cuarta votación: ¡fumata blanca!
Al cabo del rato el cardenal francés Dominique Mamberti, pronunciaba el '¡Habemus Papam!', anunciando el nombre del nuevo Papa: el cardenal estadounidense Roberto Francisco Prevost Martínez, y que había elegido como nombre el de León XIV.
Y ya apareció en persona en el balcón de la basílica de San Pedro para saludar a todas las personas que esperaban su presencia.
Este 267º ocupante del trono de San Pedro me pareció un hombre delgado y tan joven que me llenó mucho al oírle empezar su saludo con "Que la paz sea con ustedes" y con su discurso bien escrito y preparado, nombrando a su predecesor y emocionándose al nombrar su antigua diócesis de Chiclayo, en el Perú.
En seguida me llegaron whatsapp del grupo del coro parroquial con imágenes de su experiencia pastoral en el norte de Perú.
Es un matemático, filosofo, teólogo, Doctor en Derecho Canónico, y misionero agustino, orden religiosa a la que pertenece, y de la que ha sido Prior General, y en ese cargo ha visitado varias veces España.
Ha pertenecido a ocho Dicasterios, es decir , Departamentos del Vaticano, entre ellos el Dicasterio para los Obispos de manera que conoce bien la Curia, dato que le ayudará en el ejercicio de su misión pastoral.
Sabe varios idiomas: habla con fluidez inglés, español, francés, italiano, portugués; lee y comprende latín, alemán... Es una persona políglota.
Las cualidades personales en las que destaca parece ser que es prudente, humilde, con espíritu de servicio, muy equilibrado, ordenado, afable, reservado, que sabe escuchar...
En la primera misa como Papa, celebrada esta mañana con los cardenales en la Capilla Sixtina ha tenido un detalle que me ha gustado: Las lecturas las han hecho una monja, en inglés; y Fermina Álvarez, una española laica que trabaja en el Vaticano, ha leído la segunda lectura, la Primera carta de San Pedro, en español.
Los creyentes esperamos que lleve bien el timón de la barca de San Pedro y por ello rezaremos.
-Carrasca-
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