El aprender es el resultado de la enseñanza.
Es decir, es la asimilación organizada de unos contenidos por parte del sujeto aprendiz.
Y esa interiorización viene de repasar conceptos, porque cada día se repasa en una cosa ya dicha pero que se había escapado a nuestra atención.
Por ejemplo, cuando se está afinando la guitarra, hay que prestar atención de que el afinador esté en modo guitarra, que figure la letra G, lo conseguimos pulsando el botón. Y luego ya, unir la letra correspondiente con su cuerda y su sonido, haciendo vibrar cada cuerda independientemente, para no volver loco al aparatito.
¿Cómo son nuestros afinadores? Son de pinza, pequeños, ligeros, precisos, intuitivos, giratorios... y funcionan hasta en este entorno bien ruidoso...😄
Cuando terminamos, lo apagamos, no vaya a ser que nos quedemos sin batería.😄
La agilidad en los dedos es algo fundamental. Hay que ¡calentar! Nada de lanzarse a tocar la melodía, sin haber preparado los dedos. Esto es otra cosa que hemos reforzado hoy.
Y ya hemos pasado a los conceptos nuevos de hoy: Mecanizar el rasgado, uniendo las secuencias.
Ah, y para ello hemos hecho un ejercicio de responder a preguntas que nos hacía la profe sobre actividades cotidianas que realizamos a lo largo del día.
Así hemos conseguido distraer la mente del ritmo que marcaba la mano derecha: Abajo-arriba-abajo-abajo-arriba-abajo... ¡Ya está!¡Automatizado!
¡Qué fácil parece cuando la profe lo propone!😃
Otra cosa nueva que hemos trabajado ha sido el concepto acorde. Esa combinación de cuerdas presionadas por la mano izquierda, en un traste, y que emiten un conjunto de sonidos a la vez.
La mano izquierda tiene su propio código. Los dedos se nombran por números.
El acorde que debemos trabajar esta semana es La Mayor.
Hay que coger correctamente el mástil de la guitarra: "el dedo pulgar de la mano derecha, ¡en medio del mástil, para hacer pinza!"
Y luego colocar los dedos 1-2-3 en el segundo traste.
¡Hala!
¡Tenemos una semana para practicar!
Y esa interiorización viene de repasar conceptos, porque cada día se repasa en una cosa ya dicha pero que se había escapado a nuestra atención.
Por ejemplo, cuando se está afinando la guitarra, hay que prestar atención de que el afinador esté en modo guitarra, que figure la letra G, lo conseguimos pulsando el botón. Y luego ya, unir la letra correspondiente con su cuerda y su sonido, haciendo vibrar cada cuerda independientemente, para no volver loco al aparatito.¿Cómo son nuestros afinadores? Son de pinza, pequeños, ligeros, precisos, intuitivos, giratorios... y funcionan hasta en este entorno bien ruidoso...😄
Cuando terminamos, lo apagamos, no vaya a ser que nos quedemos sin batería.😄
La agilidad en los dedos es algo fundamental. Hay que ¡calentar! Nada de lanzarse a tocar la melodía, sin haber preparado los dedos. Esto es otra cosa que hemos reforzado hoy.
Y ya hemos pasado a los conceptos nuevos de hoy: Mecanizar el rasgado, uniendo las secuencias.
Ah, y para ello hemos hecho un ejercicio de responder a preguntas que nos hacía la profe sobre actividades cotidianas que realizamos a lo largo del día.
Así hemos conseguido distraer la mente del ritmo que marcaba la mano derecha: Abajo-arriba-abajo-abajo-arriba-abajo... ¡Ya está!¡Automatizado!¡Qué fácil parece cuando la profe lo propone!😃
Otra cosa nueva que hemos trabajado ha sido el concepto acorde. Esa combinación de cuerdas presionadas por la mano izquierda, en un traste, y que emiten un conjunto de sonidos a la vez.
La mano izquierda tiene su propio código. Los dedos se nombran por números.
El acorde que debemos trabajar esta semana es La Mayor.Hay que coger correctamente el mástil de la guitarra: "el dedo pulgar de la mano derecha, ¡en medio del mástil, para hacer pinza!"Y luego colocar los dedos 1-2-3 en el segundo traste.
¡Hala!
¡Tenemos una semana para practicar!
-Margalló-
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